Wanda Nara no se guarda nada para ella
misma. En medio de versiones que aseguran un supuesto compromiso entre su
ex pareja, Mauro Icardi, y la China Suárez, la empresaria volvió a tomar la palabra y lo hizo con claridad,
convicción y una postura que dejó en claro en dónde iba a poner el foco en
medio de la polémica.
Después
de meses cargados de tensión mediática, enfrentamientos legales y
especulaciones sentimentales, Wanda se
enfocó en lo que considera verdaderamente importante: las pequeñas que tuvo con
el delantero del Galatasaray. Fue en una nota con LAM (América), donde expuso su postura ante las cámaras. “Me
encargo de mis hijas. La verdad me
enfoco en sus actividades, ya que están terminando el año escolar. Se
apoyan, tienen terapia y yo ya puse a disposición mi casa. Cuando las quieran venir a visitar, ya sea de la familia de la otra
parte o quien sea, mi casa está a disposición”, comenzó explicando.
Sin
embargo, la empresaria también marcó un límite. Con tono firme, subrayó: “Ni yo ni mis hijas nos vamos a prestar más
a un circo”. La frase, potente y cargada de significado, dejó entrever el
hartazgo que le generan ciertas exposiciones públicas y conflictos personales
que terminan involucrando a sus hijas. La
última situación que se hizo pública fue cuando el día de la revinculación de
las chicas con Icardi, el jugador no respetó la orden judicial de pasar tiempo
a solas con sus niñas. Ese día, en cambio, invitó a muchas personas a su
casa, incluida la China, algo que estaba expresamente vedado.
Cuando
a Wanda le consultaron por los rumores de compromiso entre Icardi y la actriz,
luego de que se viralizara una imagen de unas supuestas alianzas de compromiso,
la conductora eligió despegarse del tema y redoblar la apuesta: “No tengo nada para decir. Que cada uno
haga lo que quiera y lo que le haga feliz”, respondió. Luego, con ironía, agregó:
“¿Te puedo hablar de mí? A mí me hace
feliz ser independiente, hacer lo mío y no me interesa más nada”.
Mientras
hablaba, Wanda apuntó a su propia mano, repleta de joyas que fueron objeto de
especulación: “Dejen de hablar de los
anillos”, lanzó desafiante. Y aclaró: “Los
compré todos con dignidad y sola. He recibido regalos, pero los compré casi
todos. Por suerte no necesito que nadie me regale nada”.
Aunque
ya estaba por retirarse, la entrevista no terminó ahí. Al subirse a su
vehículo, la empresaria dejó otra frase que levantó revuelo. En alusión a su
lista de cualidades para un novio ideal, dijo con humor y determinación: “Es lo mínimo, con todo lo que yo tengo
para darle a un hombre. Una extensión de tarjeta de crédito… Imaginate si yo no
voy a pedir todo. Los hombres siempre quieren lo que no tienen y después lloran
por lo que perdieron”. El notero volvió a insistir por la posible propuesta
del futbolista, a lo que ella lanzó: “Mis
hijas no se van a prestar más a ningún circo”.
Previamente,
Nara había enfrentado otras versiones vinculadas a su vida amorosa. Una de
ellas la conectaba con el deportista mexicano Daniel Guzmán Jr., algo que
desmintió tajantemente: “No me pasó
nada. La verdad que no tengo tiempo en este momento de salir”. También
aclaró la confusión generada en torno a su vínculo con L-Gante, quien horas
atrás había dicho estar soltero en el programa DDM (América). “Yo estoy muy
bien así. La verdad que estoy muy feliz y confunde un poco, lo entiendo. El
otro día estuve en su casa, fui a visitar a su familia, tenemos una buena
relación… Somos amigos hace muchos años y la amistad va a seguir, pero la
verdad que estoy muy enfocada en lo mío”, explicó.
En cuanto a si está dispuesta a iniciar una nueva relación fue contundente. “No sé, estoy bárbara. La verdad que estoy muy bien y muy ocupada con mis cosas. Mirá el horario, que es muy temprano. Pero en qué momento me inventan salidas, novios, relaciones, gente que invito a mi casa. Ni estoy yo en mi casa”, dijo, con una sonrisa cansada pero firme. Una vez más, Wanda dejó en claro que su prioridad son sus hijas, su trabajo y su independencia. Mientras los rumores giran a su alrededor, ella marca los límites con la misma contundencia con la que, una y otra vez, vuelve a ser protagonista.