En días como los que transitamos es cuando nos damos cuenta que muchas veces nuestras viviendas no son tan herméticas como nos gustaría o como deberían.
Ese famoso “chiflón” que entra y enfría todo, pese a tener el calefactor perdido, es un recuerdo permanente que algo no está bien, ya sea por una falla estructural o falta de mantenimiento.
Buscando combatir ese vientito que entra y mueve la cortina,
y nos lleva a añorar los 40 grados del verano, en BHInfo recorrimos varios
lugares y hablamos con especialistas, tratando de ponerle solución a este tipo
de problemas.
En un Hipermercado de la Construcción situado sobre avenida
Cabrera, Jorge, uno de los empleados, nos explicó que “los burletes son claves.
Tanto en ventanas como puertas. La gente por ahí no les presta atención, o ve
que se rompen y no los cambian, pero hacen una gran diferencia y no son tan
caros”.
Al mismo tiempo admitió que “hay de distintos materiales y
de ahí es como varía su precio, pero la cuenta es fácil; el más económico de
los burletes siempre será mejor que no tener nada”.
Otro dato importante que arrojó el vendedor es que “son muy
fáciles de colocar. No tienen ninguna ciencia y se tarda, como mucho, un par de
minutos, nada más. Y tampoco se necesita una herramienta especial para ponerlos”.
En la otra punta de la ciudad, en el histórico corralón
situado en Rondeau y Sixto Laspiur, Jorge brindó otro enfoque. “Si estás
construyendo o vas a remodelar y vivis en una zona de la periferia, donde el
viento pega mucho y no hay reparos que lo atajen un poco, es un poco más caro
pero lo recomendable son ventanas de doble vidrio, como ponen en el sur”
afirmó.
Y en sintonía con lo que dijo él, la arquitecta Julieta Díaz
le confirmó a esta redacción que “en caso de no poder poner una ventana con
vidrio doble, una buena opción son las cortinas black out, las cuales ya se
venden con todo el sistema incluido y son fáciles de colocar, con mínimas
herramientas”.
Agregando que “otra alternativa no tan moderna pero igual de
efectiva es poner un cortinado doble, que se sigue usando mucho en el sur del
país. Bien pegada a la ventana una cortina de paño pesado y grueso, y en
segunda línea, una más liviana para cuando el tiempo está mejor”.
En tanto que Luciano, albañil de profesión, explicó algunos
detalles a tener en cuenta. “Muchas veces sucede que el cajón del tapa rollos
no queda bien puesto. A veces se puede ajustar poniendo más tornillos, pero en
otras la luz con la pared no se puede arreglar y por ahí pasa el frío” comenzó
diciendo.
“En esos casos lo mejor es poner algún aislante desde el
lado de adentro del cajón, para que no se vea. Puede ser telgopor o cartón. Se
pega con cinta y listo. Hay gente que directamente le pega cinta transparente
del lado de afuera. Funciona igual pero estéticamente no queda lindo” sumó.
Con ventanas y puertas aseguradas y aisladas la situación en los hogares donde antes habitaba el “chiflón” debería cambiar. ¿Te animás a ponerlo en práctica? Dejanos en los comentarios de nuestras redes si estos tips te sirvieron o si conoces otros.