
La separación de "Chechu" Bonelli y Darío Cvitanich sigue ocupando el centro de la escena mediática y no da tregua a ninguno de los protagonistas. Desde que en julio pasado la pareja anunció el final de una relación que superó los 14 años, dio de qué hablar sobre sus pasos, sus gestos en redes y, especialmente, los nuevos vínculos que aparecieron en el radar como el romance confirmado de Cvitanich con Ivana Figueiras.
Las idas y vueltas, las respuestas cruzadas y las chicanas públicas hicieron que la ex pareja pase de la cordialidad al escándalo, generando un interminable ida y vuelta de reproches y declaraciones a la prensa. Pero este fin de semana, Bonelli hizo un alto, habló a corazón abierto y dejó en claro cuál es su presente.
“Estoy bien, un poco sorprendida de todo lo que está ocurriendo. Necesito un poco de paz mental, no quiero seguir hablando del tema”, comenzó diciendo “Chechu”, con un tono sereno pero marcado por el cansancio, al referirse a la situación actual con su ex. Cuando le preguntaron sobre sus dichos respecto a su ex suegra, un tema que encendió la última polémica, prefirió eludir la pregunta: “No quiero hablar más del tema, necesito cuidar a mis hijas, que tienen redes sociales, y a mí, a mi trabajo. Necesito tener un perfil bajo, ya estoy cansada. Es fin de año, no quiero saber nada”.
A
propósito de los posteos de Figueiras, que parecían estar dirigidos a ella,
Bonelli se mostró desinteresada y planteó su deseo de dejar los conflictos
atrás: “Está todo bien. No me llegó
nada. Lo único que quiero es ser feliz y que la otra persona también lo sea,
nada más. No hay nada más lindo que cada uno lo sea por su lado, es lo único
que deseo y no quiero más quilombo”, expresó la modelo dejando en claro que
el bienestar personal y familiar es hoy su única prioridad.
Al volver
sobre sus palabras acerca de la madre de Cvitanich y el dolor que generaron, “Chechu”
no ocultó la incomodidad por la repercusión: “No puedo hablar más de todo eso. Lo único que hice fue intentar ser
genuina, contar lo que estaba pasando y hubo una reacción que no estuvo buena.
No puedo hablar porque quiero cuidar a mis hijas”, insistió. Ante la
consulta sobre si sentía que su sinceridad le jugó en contra, Bonelli fue
clara: “No sé si me jugó en contra.
Estoy perfecta, bien. Cuando di a conocer que fue un proceso de mierda lo conté y hoy que estoy bien y
entera. Hay cuestiones que no caen bien, entonces quiero tratar de mantener la
mejor relación posible. No quiero conflictos”.
La
conversación derivó, como en cada ocasión desde el anuncio de la separación, en
la dinámica interna que aún comparten por sus hijas en común: “Nosotros tenemos una relación por nuestras
hijas que intentamos que sea lo mejor posible. No voy a hablar más de él, su
familia ni su pareja”, recalcó, poniendo punto final a la discusión pública
que los expuso durante semanas.
La
modelo también se refirió al juego mediático en el que se ven envueltos cada
vez que alguno de los protagonistas realiza una publicación en redes sociales: “No es un jueguito. Se genera desde el
momento en que se publican cosas, entonces vamos a cortarla. No es ver quién
gana y quién no. Por lo menos, de mi lado ya está y se terminó”.
Sobre los sentimientos post-ruptura y la idea de culpa o responsabilidad en el desenlace, “Chechu” fue profunda y tajante: “¿Sentirme culpable de qué? Fui dejada; la otra persona tomó una decisión, me costó aceptarlo, lo hice, lo trabajé con terapia, vine a trabajar hecha bosta con las lágrimas en los ojos, ¿culpable de qué, chicos? Fue un momento de mierda, estoy saliendo adelante, siendo feliz, abriéndome un montón de posibilidades y cuidando mi trabajo. Yo hoy me tengo que bancar sola y a mis hijas, una casa…”.