
Coco Sily vivió días de emociones intensas
y contrastantes. Recién casado con Chimi Meza tras dos años de relación, el humorista experimentó un momento
angustiante y surrealista que bien podría formar parte de sus propios monólogos.
Al aire de su programa Código Sily
(POP Radio 101.5), relató en detalle
cómo una complicación médica y un error en la interpretación de un análisis
clínico lo llevaron a pensar en lo peor justo cuando celebraba una etapa tan
feliz de su vida.
La
historia comenzó con una simple molestia: “Todo
el mundo sabe que estoy cursando una diverticulitis aguda, que este fin de
semana estuvo un poco complicada. Luego mi cirujano me dice; ‘Andate a la
guardia’, el tratamiento es bueno, todo bien. Me dicen ‘Antes de irte, te hacemos un laboratorio’”. Llevaron
adelante el estudio y se dio inicio a la espera: “Me dicen; ‘Tenemos que esperar algunos valores del laboratorio’”.
Lo que
parecía una consulta rutinaria pronto se transformó en una pesadilla: “En un momento me dicen; ‘Bueno, vení, pasá’. Y viene una médica y me empieza a
hablar; ‘El laboratorio, osea, los
análisis clínicos, detectamos que tenés una insuficiencia renal’. Le digo:
‘Entonces, ¿me vas a internar? Sí, te voy a internar.’ Bajamos, me canalizan”, continuó Sily el relato.
Mientras
esperaba en la guardia, Coco confesó haber tenido una avalancha de pensamientos
negativos: “Pasará una hora, no sé qué
sentís en ese momento. Y te aparecen flashes; sentado en un sillón de diálisis
cuatro horas. ¿Qué voy a leer? ¿Qué me voy a llevar? ¿Qué música me voy a
llevar? Velorio. ¿Quién viene?”. El humorista quedó shockeado pensando en
escenarios extremos, mientras su esposa lo acompañaba en silencio.
Sin
embargo, el desenlace llegó con una cuota de alivio e incredulidad: “De repente, entra un mediquito, 28 años.
‘¡Oh, Coco!...Te vamos a sacar la canalización’”, me dijo. Enseguida le
respondí: “¿Pero no me vas a internar
porque me dijo la amiga que me internaban?”. La respuesta que recibió por
parte del especialista lo dejó con la boca abierta: “No, leyeron mal el análisis y me sigue hablando; ‘Contame cómo estás… ¿Se
casaron?’”. “¿Cómo que leyeron mal los análisis?, le pregunto. Me dice:
‘Sí, no leyeron una coma’. Me chamuyó,
mientras me chamuyaba, el otro me sacaba la canalización y me iba llevando a la
puerta”.
La escena final de la odisea médica, como no podía ser de otra manera, la vivió en pareja: “Nos sentamos en el auto con la Chimi. Ahí nos empezó a caer la ficha de todo lo que habíamos pasado”. El contraste entre la reciente celebración del casamiento y el estrés inesperado de la guardia dejó una profunda enseñanza y una anécdota perfecta para sumar a su repertorio. Coco Sily demostró que, aun en los momentos críticos, el humor, la calma y el acompañamiento son herramientas clave para procesar el miedo y transformar cualquier episodio en una historia que termina, por fortuna, en risa y alivio.