
La alimentación desempeña un papel crucial en la salud ósea,
especialmente con el paso de los años y el aumento del riesgo de osteoporosis,
una condición que afecta con mayor frecuencia a las mujeres después de la
menopausia. De acuerdo con expertos citados por Prevention, la selección
adecuada de alimentos puede ayudar a disminuir la probabilidad de desarrollar
enfermedades óseas.
El calcio y la vitamina D son prioritarios para la salud
ósea, al intervenir en la mineralización y el mantenimiento del tejido óseo.
Michelle Routhenstein, nutricionista especializada en cardiología preventiva,
resalta la importancia de consumir alimentos integrales ricos en calcio,
vitamina D, magnesio, fósforo, vitamina K, proteínas y polifenoles, ya que
estos nutrientes sostienen la estructura y la fortaleza de los huesos.
Además, el magnesio y el fósforo resultan esenciales para la
formación ósea, mientras que la vitamina K regula el metabolismo del calcio.
Otros oligoelementos, como el boro y el selenio, también contribuyen a la
protección y el mantenimiento de la densidad ósea.
Entre los alimentos a consumir están el queso, el yogur, los
arándanos, los huevos, el salmón y la palta, solo por nombrar algunos.