
Este fin de semana, tanto el sábado como el
domingo, se desarrollará en nuestra ciudad el 13° Encuentro de Estatuas
Vivientes. Según lo que se informó,
habrá un total de 20 funciones de estatuas vivientes, provenientes de
distintos puntos del país y hasta de Uruguay.
Durante la jornada del sábado, la actividad tendrá lugar en la Plaza de Villa Loreto, en Alberdi al 2.500: a las 11 estará presente el espacio de formación en investigación “Poéticas de actuación en territorio” y a las 16 se presentará Rodi Muskaripa.
Al día
siguiente, el evento se llevará a cabo entre las 11 y las 19 en la Plaza Payró
del Teatro Municipal, en Alsina y Zeballos, con las citadas actividades en
los mismos horarios. Asimismo, habrá feriantes de Pla Pla y se organizó un “Taller de
periodismo para infancias”.
La entrada es libre y gratuita. No obstante, el público contará con la
posibilidad de efectuar un aporte económico en las alcancías de cada una de las
estatuas participantes. Lo recaudado durante el evento se destinará a
espacios culturales afectados por la inundación y a la Agrupación Scout San Francisco de Asís.
A propósito
de este evento, Micaela Forestier Schenkel, una de las participantes,
visitó los estudios de Minga para
conversar en el programa “Basados”: “En enero se van a cumplir ocho años que
hago esto. Como todos los trabajos, a medida que uno lo va haciendo más
seguido, va mejorando. La respiración es una técnica fundamental. También
hay un entrenamiento; cada estatua viviente hace lo que necesita; yo entreno en
el gimnasio, por ejemplo”, manifestó.
Y continuó: “Otra
técnica es la de los pies; si tenés los dos pies apoyados, vas a tener un mejor
equilibrio. Con un solo pie va a ser más riesgoso y requiere de otro
entrenamiento. Mirar un punto fijo, quizás un poco más lejano, también ayuda
a mantener el equilibrio. Hay muchas técnicas”, mencionó Micaela.
“Mi récord haciendo de estatua viviente fue de siete horas en Monte. No es que estás siete horas quieta, porque siempre hay alguien que pasa a colaborar y te movés. Yo soy más del teatro y mi estatua se mueve mucho”, reconoció quien hace unos meses viajó a un festival realizado en Bélgica: “Fue llamativo el intercambio porque allá las estatuas vivientes trabajan de otra forma. Fue increíble ese viaje y hasta nos pagaron el boleto de avión ida y vuelta. Fueron dos días de trabajo y fue un lujo la verdad, tanto los paisajes como la organización”, completó.