Con una extensión territorial inviable, la Sexta, como
siempre ocurre, dejó matices dignos de analizar en una elección que tuvo unconteo rápido a raíz de los pocos cuerpos que componían su boleta.
Mientras que en Patagones fue el justicialismo quien se
impuso, el vecinalismo una vez más piso fuerte en Villarino, demostrando que en
más de una ocasión los sellos partidarios quedan por detrás de los nombres.
Fiel reflejo de eso es lo sucedido en Tornquist, donde
Bordoni sacó más del 45% de los votos y puso una vez más, por tercera elección
seguida, al oficialismo en lo más alto, siendo el gran perdedor en ese partido
el radicalismo de Somos, que quedó como tercera fuerza detrás de la Alianza La
Libertad Avanza.
Quizás el volantazo más notorio se dio en Dorrego, donde
tras tres décadas LLA le quitó la victoria al radicalismo; sin dudas uno de sus
patas fuertes en esta región; todo lo contrario a Monte Hermoso, donde con
Dichiara encabezando para diputados, el peronismo tuvo un sufragio cómodo.
Como en Bahía, la contundencia de La Libertad Avanza se hizo
notar en Coronel Rosales, Pringles, Suárez y Puan, lo que sumado a Adolfo Alsina
y Puan terminó dándole la victoria en diputados a la lista violeta.