Los restos hallados el pasado mayo en un jardín de Coghlan pertenecen a Diego Benigno, un adolescente desaparecido en 1984. Tenía 16 años, en ese entonces e iba a la Escuela Técnica Nº 36, además de jugar al fútbol en Excursionistas. El hallazgo es macabro si se tiene en cuenta que el cuerpo tenía signos de descuartizamiento.
En su momento la desaparición de Diego fue caratulada como fuga de hogar y fue identificado por su ADN además de algunos objetos personales como un reloj marca Casio con calculadora. El cuerpo estaba enterrado a 60 metros de profundidad y el caso tomó singular masividad porque en esa casa vivió unos años Gustavo Cerati.
El padre de Diego siempre sostuvo que lo había secuestrado una secta y logró salir en algunas notas en distintos medios de aquel momento aunque el caso no tomó demasiada trascendencia. Juan Benigno, padre de Diego, falleció en un accidente de tránsito sin la certeza de saber que le había pasado a su hijo.
El terreno donde ocurrió el lamentable hallazgo había pertenecido a una casona que fue alquilada entre 2002 y 2003 por Gustavo Cerati. Aunque el músico no tuvo relación alguna con el hecho, el nombre del cantante de Soda Stéreo logró que tome trascendencia y se pueda llegar a darle un final a la historia por la que sufría toda una familia hace décadas.