Si aparece un robot bailando en una cabina iluminada, rodeado de gente grabando y celebrando, las redes lo convierten en tendencia instantánea. Eso ocurrió con Phamtom, una figura mecánica que no tardó en conquistar TikTok y X.
El enigma creció cuando se supo que este "DJ" no solo agitaba la noche californiana, sino que escondía un lado mucho más oscuro y desconcertante. La escena de beats y luces fue apenas una fachada para lo que en realidad representaba: una máquina desarrollada con fines militares.
Aunque Phamtom se presentó en un club nocturno de California, no fue parte de un show artístico. Su despliegue buscó medir reacciones humanas, funcionamiento de sensores y navegación autónoma bajo presión social. No hubo simulación: se trató de una prueba real.
El público primero celebró al supuesto DJ, creyendo asistir a una performance tecnológica con fines artísticos. Pero cuando salió a la luz su vínculo con desarrollos para defensa, las redes se llenaron de críticas, memes y teorías conspirativas.
Muchos expresaron su preocupación por el uso de entornos festivos como campo de prueba. La discusión ya no pasó por la música o el show, sino por el avance de la inteligencia artificial militar en escenarios cotidianos sin consentimiento público.