Hace poco más, poco menos, de 22 años Divididos entraba a un garage de la calle Ángel Brunel al 200. El power trío iba hacia la prueba de sonido en el Club Olimpo, show que más tarde iba a ser suspendido después de poco más de media hora de canciones, por la lluvia, cuando escucharon una banda tocando 'Ala Delta'. Decidieron frenar la combi, bajar y entrar por sorpresa.
Allí estaba ensayando 'Soldana', integrada por Adrián Constantino, Nicolás Aispuro y Fernando Palma, que se vieron sorprendidos ante el ingreso de Mollo, Arnedo y Araujo. 'Esto no se toca así', dijo uno de los integrantes de Divididos. Según recordó Constantino hace unos años: 'Estábamos ensayando y en un momento abrimos una hoja del portón para que cuando pasaran ellos escucharan. Entraron ellos de una, sin pedir permiso, y dijeron: "El tema no es así".
Adrián Constantino uno de los integrantes de la banda contó que les sorprendió la irrupción de la banda, si bien tenían alguna esperanza que eso sucediera, porque abrieron una de las puertas del garage, sabiendo que Divididos en algún momento podía llegar a pasar.
Soldana estaba haciendo la canción Ala Delta, el trío irrumpió sin pedir permiso y pidieron que sigan tocando, pero los chicos dijeron, al estar ellos ahí, que toquen ellos. Era una oportunidad única. Según recuerdan, la canción fue 'Cajita musical', y la casa de Nicolás se empezó a poblar por familiares del dueño, vecinos, gente que pasaba. La anécdota no termina ahí, sino que justo ese día, a las 00 era el cumple de Nico, Arnedo se acordó, se lo señaló a Mollo y el cantante en el medio del show dijo: 'Feliz cumple para Nico, que hoy estuvimos tocando en su casa'.
Ese accidentado recital en la cancha de Básquet del club Olimpo, y que formaba parte de la gira presentación de 'Vengo del placard de otro/Vivo acá', tiene su referencia en Wikipedia: 'El 12 de octubre, la banda se encontraba tocando en el estadio de Olimpo, pero debió ser suspendido el concierto por un corte de electricidad mientras tocaban el famoso Sumazo'.
Lo raro y entendible por lo tiempos que corrían, es que no haya aparecido alguna cámara de rollo para capturar el momento, un verdadero signo de los tiempos. El recuerdo quedará para estos tres músicos bahienses, vecinos y la propia banda, que siempre que se los consulta, no dudan en revivir la anécdota.