WhatsApp prepara uno de los cambios más relevantes en su estructura desde su lanzamiento. En lugar de identificarse con el número telefónico, los usuarios podrán contar con un nombre de usuario personalizado, un paso que apunta directamente a reforzar la privacidad y a modernizar la plataforma frente a competidores como Telegram y Signal.
La función, aún en desarrollo, fue detectada por el sitio especializado WABetaInfo en una versión beta para iOS y representa un giro en la forma en que las personas se conectan dentro de la aplicación. De concretarse, permitirá interactuar sin necesidad de compartir el número personal, un avance sustancial en escenarios grupales o de interacción con desconocidos.
Los nombres estarán precedidos por una arroba, como sucede en redes sociales, y deberán cumplir con un conjunto de reglas estrictas para garantizar la seguridad y evitar suplantaciones. No se aceptarán duplicados, por lo que cada nombre será único. Entre los criterios establecidos se encuentra una longitud mínima de tres caracteres y una máxima de treinta. El nombre deberá incluir al menos una letra y podrá combinar letras minúsculas, números, puntos y guiones bajos.
Las limitaciones impuestas por WhatsApp no son meramente estéticas. Responden a la necesidad de proteger a los usuarios frente a confusiones, intentos de engaño o fraudes. Al prohibir que un nombre de usuario imite la estructura de una dirección web o que use patrones que podrían asociarse con marcas, dominios u organizaciones, la compañía busca cerrar espacios a la manipulación o al phishing.
El impacto más visible será el reemplazo del número de teléfono como identificador principal. Cuando un usuario no tenga guardado el número de un contacto, verá el nombre de usuario en su lugar. Esta medida fortalece la privacidad en interacciones esporádicas, grupos abiertos o comunidades grandes donde no todos se conocen entre sí.