Lo que en un primer momento podría haberse tomado como un
gesto de humanidad, reflexión y sincero arrepentimiento, se terminó
desvirtuando cuando Matías Madami, el jugador que casi mata a otro de una patada en la cabeza en la Liga Amateur de Básquet, intentó justificar por qué
había actuado con tanta vehemencia.
El agresor se contactó por WhatsApp con la víctima, Claudio
Ramírez, y si bien tuvo tiempo de analizar las palabras que iba a mandar, tuvo
muy poco tacto al momento de hacerlo.
“Hola Claudio! Soy Matías de all in! Primero que nada te
pido disculpas por haber reaccionado y pegado. Justo le pegaste a mi cuñado y
salté a defenderlo, lo único que te digo mil disculpas porque estuve mal, y estoy
a disposición de lo que necesites! Espero sepas entender” envió a las 21:32.
Cuarenta minutos más tarde, aún en shock y sumamente
dolorido, Claudio respondió con un texto mucho más largo y cargado de sentido
común.
“Flaco, la verdad que no sé qué haces escribiéndome, no sé
cómo te da la cara. Pegarme una patada en el piso ya inconsciente después de la
piña que me diste. Vos no tenes dos dedos de frente, me podrías haber matado”
comenzó su devolución.
“Aparte por pegarle a tu cuñado. Me le puse cara a cara nada más. Todos vieron lo que pasó. Lo lamento por vos pero ya tenes la denuncia penal hecha. Vas a pensar dos veces la próxima. Me rompiste toda la cara y ahora tengo que hacer controles en la cabeza. No me escribas más” cerró tajante.