Después de una temporada fantástica con los Pumas Seven, el bahiense Santiago Álvarez Fourcade, que se encuentra disfrutando de sus merecidas vacaciones, se hizo de un tiempo para conversar en el programa “Basados” de Minga. El jugador surgido en Sociedad Sportiva habló de la decepción de los Juegos Olímpicos de París 2024, de la notable recuperación en la reciente temporada y del futuro de un seleccionado que ya es potencia mundial.
“Acá estoy, descansando un poco después de una temporada que fue muy larga y exigente. Disfrutando de la familia y de los amigos. En esta etapa tenemos nuestros permitidos con la comida, pero no tanto, porque nuestros cuerpos ya están acostumbrados a comer bien y entrenar. Esta semana no estuve haciendo nada, pero ya me siento con ganas de salir a entrenar un poco. Son hábitos que tiene el deportista”, comentó sobre sus días de descanso. “Vivo en Buenos Aires, me casé en noviembre. Hice el civil en Bahía y la fiesta en Buenos Aires. Ella también es bahiense, pero hace tiempo estamos viviendo en Capital Federal”, agregó “Santi” sobre su vida personal.
Cuando fue consultado sobre la prematura eliminación de los Juegos Olímpicos, mencionó: “Ya pasó una temporada, pasó la calentura. De repente me vienen recuerdos a la cabeza y me da un poco de bronca, pero después de la temporada que tuvimos, que fue espectacular, los Juegos quedaron un poco atrás. Fue todo aprendizaje, sabemos que no cumplimos los objetivos, pero nos sirvió para lo que vino y vendrá después. Jugar un Juego Olímpico es hermoso, tener la posibilidad de representar a tu país ahí es lo máximo, y nos quedó esa espina de no poder hacerlo como queríamos. También es cierto que la decepción va de la mano con todo lo que generó este equipo en los últimos años. De repente vamos a los Juegos Olímpicos siendo candidatos al oro. En Tokio era totalmente impensado; por eso está bueno lo que estamos generando como equipo”, destacó Álvarez Fourcade, quien venía de ser bronce en Japón.
Continuando con la gran actuación del equipo nacional en el circuito, dijo: “Esta temporada fue muy buena, porque ratificamos lo del año anterior, donde también habíamos sido primeros. Los Juegos Olímpicos como que te marcan el cierre de un proceso de cuatro años y después empezás otro que va a terminar con los próximos Juegos. No sabíamos qué iba a pasar, porque era un año de transición, con muchas caras nuevas, pero estuvo buenísimo. Empezamos de la mejor manera. Entiendo que durante estos años seguirá habiendo recambio, porque el promedio de edad del equipo se está yendo para arriba, pero tenemos una base de jugadores que vivió todo lo bueno que se hizo en los últimos años. Estamos descansando para prepararnos de la mejor manera para lo que viene”, subrayó el bahiense, que viene de consagrarse en los torneos de Perth, Hong Kong y Vancouver.
Por último, “Santi” nos dejó dos definiciones para quienes no están muy al tanto de lo que es el Rugby Seven. Primero se refirió al entrenamiento, que es totalmente diferente al del tradicional de 15: “El entrenamiento cambia porque son dos modalidades muy diferentes. Hay que tener en cuenta que el Seven se juega en la misma cancha de 15, pero son siete contra siete. Se juegan tiempos cortitos, de 7 minutos, cuando en el rugby tradicional son dos de 40. Es todo más corto e intenso y cambia la preparación. Lo principal es ser ágiles y saber movernos en la cancha porque hay más espacios. En el de 15, si bien en algunos puestos se necesita de esas características, están los jugadores más pesados y lentos. Nuestra modalidad se basa en eso: estar rápidos, ágiles y estar en un peso que te permita jugar rápido. Por eso, el entrenamiento es distinto”, explicó el ex jugador del CASI.
Y después se refirió al momento de tomar la
decisión de definirte entre una de las dos modalidades, sabiendo que todos
los jugadores (o la mayoría) “nacen” e inician la actividad con el sueño de ser
figuras en el Rugby de 15: “La decisión
de pasarte