Desde hace exactamente un año, cada 16 de diciembre enlutará
a nuestra ciudad. La tragedia marcó a Bahía Blanca y desde ese día las cosas no
volvieron a ser como antes.
Pese a la alerta vigente, la ciudad no detuvo sus
actividades aquella tarde de calor. Lamentablemente, nadie siquiera sugirió
posponer o reprogramar los eventos para cerrar el año. Aquel día comenzó como
un día más y terminó como uno tristemente imborrable.
Cuando el caos se desató y esos eternos minutos de desastre
natural llegaron a su fin, lo que quedó de Bahía en pie pidió a gritos auxilio,
y en ese momento comenzó a verse la tarea de los servidores públicos.
En calle Salta 28, entre escombros, falta de luz, gritos y
angustia, quienes tomaron la posta, salvaron vidas y contabilizaron cadáveres
fueron los enfermeros del Sistema Integrado de Emergencias Pre hospitalarias
(SIEmPre).
Ellos, junto con los choferes de las ambulancias, se
transformaron en héroes, si en ese penoso 16 ese mote le cabe a alguien.
Tristemente, vaya uno a saber por qué, nunca fueron mencionados. Policía,
bomberos y Defensa Civil esperaban lo que decían esos especialistas de la
salud.
Esa tarde, varios profesionales más, fuera de guardia pero
con instinto de servidores públicos, se presentaron en sus respectivas bases,
tomaron las ambulancias de repuesto, y salieron a reforzar guardias sin
necesidad que se los convoque. En muchos casos sus familias estaban pasando
necesidades, pero priorizaron a la ciudad.
Desde BHInfo nuestro reconocimiento a esos enfermeros.
Porque la heroica tarea de aquel día, estuvo, en gran parte, arriba de las
ambulancias.