Por Nicolás Fernández (@nicofernandezrelator)

 

Carlos Mungo es el entrenador récord del fútbol argentino. Luego de la salida de Pablo Vicó de Brown de Adrogué en mayo pasado, sus seis temporadas consecutivas al frente de Villa Mitre lo hacen en la actualidad el orientador con más continuidad en un club en el fútbol profesional de nuestro país. A su vez, el domingo logró arribar a su tercera final en las últimas cinco temporadas. El empate 1-1 en Tandil frente a Santamarina le dio al “Tricolor” el pasaje a la definición de la Reválida del Federal, donde cruzará con el tristemente célebre Sarmiento de La Banda. Pero de esa historia nos encargaremos en los próximos días.

 

¿Cuál es el secreto para estar siempre en la pelea? ¿Cuál es la fórmula? ¿Existe la receta para, aún sin tener nombres rutilantes, ser un equipo competitivo una y otra vez en un torneo tan complicado como este? Mungo asegura que no hay secretos, ni fórmulas mágicas. Que el buen trabajo de la dirigencia es fundamental, con las canchas siempre impecables y los sueldos al día, sumado al crecimiento permanente en infraestructura. Que sólo haya que preocuparse por jugar al fútbol es una ventaja de la que no gozan todos los equipos de este certamen deficitario.

 

Y después está el mérito del DT, claro. El hecho de mantener una base y cambiar pocas fichas año tras año le dio muy buenos dividendos a Mungo. Es más, jugadores como Ihitz y Fabello (en su momento Tunessi), que dejaron un grato recuerdo en el club, emigraron para militar en categorías superiores y luego regresaron en muy buen nivel.

 

Carlos, además, es un gran conocedor del mundo de las divisiones inferiores. Surgió de la escuela de Bella Vista, equipo que históricamente arma sus planteles superiores con mayoría de futbolistas de la cantera. Después, tuvo un buen paso por las Menores de AFA de Olimpo, donde, con ojo clínico de formador, supo reclutar a jugadores que luego le rindieron muchísimo en su Villa Mitre: el mencionado Ihitz, Enzo González y el hoy determinante Obredor, entre otros, formaban parte del “Aurinegro” en los tiempos de Mungo en sus inferiores.

Actualmente, Nico es el mejor “3” de la categoría, “Corcho” es el conductor del equipo y “Gaby” el dueño absoluto del carril derecho y el autor de los goles que le dieron a “La Villa” la clasificación en las series frente a Argentino de Monte Maíz y “Santa”. Ah, y a Jara, su delantero más desequilibrante, lo tuvo en Sansinena.      

 

El inmenso valor que Mungo le dio “a lo local” en una categoría superior es para destacar y valorar. No solo por lo explicado en los párrafos anteriores: sus cuerpos técnicos siempre estuvieron conformados por grandes profesionales de nuestra ciudad. Sebastián Polla, uno de los entrenadores de la Liga del Sur con mayor proyección, fue su ayudante de campo durante varias temporadas y hoy ese lugar lo ocupa Emiliano Ortíz; otros ejemplos son el “profe” Pablo Díaz y el entrenador de arqueros José “Pepe” Fernández.

 

“Me siento en deuda porque quiero cumplir con esta gente. Nunca me até a ningún lugar, pero acá el trabajo se hace bien, está todo bien ensamblado y convivimos bien. Por eso queremos cumplir ese objetivo (el del ascenso); porque el club lo merece y está en el momento justo para lograrlo”, manifestó Mungo en una nota que hicimos dos días antes del inicio de la semifinal. En las anteriores definiciones, con Güemes (la vez del bochornoso arbitraje de Lucas Novelli Sanz) y con Racing de Córdoba, estuvo muy cerca, se quedó en la orilla, y perdió en los penales… ¿La tercera será la vencida para uno de los mejores técnicos bahienses de los últimos tiempos?

Fotos: gentileza PH Fran Urban y Villa Mitre Oficial