En junio del año 2022 Domingo Faustino Verna mató de 5 disparos a su nieto Brian de 29 años en la puerta de su casa.
Una filmación mostró como Domingo abrió la puerta y le disparó cinco veces desde adentro de su casa. El joven se tambaleó y cayó muerto al suelo, con impactos de bala en el estómago, pecho, cuello, mejilla y hombro.
Desde ese momento, Domingo y su hija, Mariel, viven a pocos metros y comparten el barrio.
Con el testimonio de la madre de la víctima -e hija del imputado-, la esposa del imputado -y abuela de la víctima-, los policías que trabajaron en el lugar del hecho y la médica que realizó la autopsia, comenzó ayer el juicio por jurados para analizar la conducta de Domingo Verna, el hombre acusado del homicidio de su nieto, Brian Verna Batalla.
Por un lado hablan de legítima defensa y por el otro piden la prisión perpetua.
El hombre llegó a
juicio acusado por la fiscalía del delito de “homicidio agravado por el vínculo
y por el uso de arma de fuego en exceso de legítima defensa”.
“Nunca más hable con ellos”, le dijo
Mariel, mamá de la víctima a
Marianela Romay por el aire de radio Rivadavia, haciendo referencia a sus
padres.
Contó que desde
el día del crimen vive tomando medicación, en tratamiento psiquiátrico y que
con sus padres, hace años que no tiene dialogo.
“Quiero que se haga justicia, soy y seré siempre
la voz de mi hijo a quien le robaron la vida con tan solo 29 años. Podrían
haber llamado al 911 y no matar de cinco disparos en lugares vitales a un joven
de 29 años que tenía toda la vida por delante. Esto fue premeditado”.
“Ellos mienten, dicen que a mi hijo lo
criaron ellos y eso no es verdad. Yo lo críe, cuando él estaba con ellos me
cobraban, yo respondía económicamente por él. Eran sus abuelos y cobraban por
cuidarlo” dijo y agregó “lo maltrataban,
le decían que era un malviviente, él era una persona enferma y ellos lo
perjudicaban con sus actitudes violentas”.
“Mañana van a
declarar mis testigos, son 10, entre
ellos, mi jefa, compañeras de trabajo, mi pareja y personas que nos conocen
hace muchos años”.
Sobre el encuentro en tribunales:
“Los vi pero no
los quise mirar. Él se hacía el abuelito inocente que le costaba caminar y yo
lo veo pasearse por el barrio todos los días. Ella lloraba, no les creo nada,
nunca se arrepintió de matar a mi hijo. Los vecinos le gritan asesino y
contantemente lo amenazan”.