Federico Castellano, encargado de la única firma bahiense
que se dedica al rubro, brindó detalles y desmitificó varias cuestiones en
torno a este elemento de accesibilidad.
Suele verse en las series y películas. Grandes mansiones,
lujos hasta en el mínimo detalle, y de repente, un ascensor que comunica ambos
pisos de una casa. Es, sin dudas, un estereotipo de riqueza, pero… ¿Realmente
lo es?
En BHInfo nos propusimos ir en búsqueda de la respuesta y
es por eso que entrevistamos a Federico Castellano, encargado de la firma E
& F, la cual actualmente es la única de Bahía Blanca y la región que se
dedica a la instalación y mantenimiento de ascensores domiciliarios.
Rompiendo el hielo y abriendo la charla, aclaró que “muchos
suelen confundir monta cargas con ascensores. El primero es para transporte de
cargas; heladeras, lavarropas, cajas, lo que fuere, no es para transporte de
pasajeros. En donde radica la diferencia básicamente es en el tipo de seguridad
para el pasajero que lo está utilizando”.
Y para sorpresa de la hipótesis inicial, subrayó que “hay
muchos ascensores domiciliarios en Bahía, más de lo que uno imagina. Esto por
ahí suele estar derivado el pensamiento que hay ascensores en casas de personas
de gran poder adquisitivo y es un error”.
Introduciendo el tema, detalló que “los ascensores
domiciliarios, por lo general, se dividen en una franja etaria que viene para
la tercera edad, que han hecho sus casas 40, 50 años atrás y no previeron la
instalación o la adquisición de un ascensor y se encuentran en una edad en la
que se les dificultan las escaleras. Son quienes apuntan a la instalación de un
ascensor”.
Y del otro lado, la “gente joven, público joven que va de
entre los treinta y los cuarenta años que se están haciendo sus casas y ya lo
están proyectando a futuro porque les gustan las casas de dos plantas o porque
sus terrenos no les permiten hacer todo en una misma planta y quieren adquirir
un ascensor”.
Tirando por tierra el mito, “uno siempre esto lo vincula que
el ascensor es un lujo en la casa, si bien no es algo relativamente económico,
hoy por hoy tiene el valor de un auto, o sea que no es algo a lo que la gente
no puede acceder. Lógicamente tiene un costo importante pero bueno es accesible”.
En otro pasaje de la charla Federico reconoció que “no hay
un número calculado de ascensores de domiciliarios. En función de los años que
nosotros llevamos en el mercado, liderando el mercado, hemos instalado arriba
de 30 o 40 equipos”.
Sumando que “tenemos en conservación equipos que han
instalado por ahí antiguas empresas de afuera, debe haber otro tanto, lo cual
es un número importante. Decir que 50 o 60 viviendas tengan un ascensor no es
poca cosa”.
Viendo lo sucedido en los últimos años “se reforzó mucho el
tema de la instalación de ascensores domiciliarios en pandemia, muchas
consultas, que muchas de ellas fueron concretadas en los últimos dos años. Producto
también de la pandemia, mucha gente ha perdido movilidad, un montón de enfermedades
que todo eso trajo a la sociedad y han analizado la posibilidad de instalar
ascensores domiciliarios”.
Y ante esta demanda, lo otro destacable es que “localmente
somos los únicos en toda la zona. Hacia Viedma y hacia la zona sur y después
para arriba todo lo que es aledaño, Coronel Suárez, Coronel Pringles, Dorrego,
Pigüé, Puan… en todas esas zonas somos los únicos”.
Yendo directamente al trabajo de campo, Castellano explicó
que “por lo general nosotros, previamente a lo que es la venta de un ascensor,
damos al cliente un asesoramiento previo en cuanto a la factibilidad de
instalarlo o no. En algunos casos no es viable porque no hay forma de generar
lo que llamamos el pasadizo, que es donde se desarrolla la ingeniería y luego
la movilidad del ascensor propiamente dicho. Necesitamos primero hacer un
estudio de factibilidad”.
Resuelto esa parte logística “desde que la obra civil está
dada para que se instale el ascensor, hasta que lo terminamos de colocar, estamos
en un promedio entre 7 a 10 días”.
Otro tema importante es que ocurre post colocación. En ese
aspecto “el tema del mantenimiento es una duda que suele surgir muy a menudo
porque la gente piensa que por darle poco uso al ascensor no es necesario. Eso
es mentira. No deja de haber componentes mecánicos y componentes eléctricos que
requieren un control permanente. Lo que sugerimos en los ascensores
domiciliarios es hacerlo cada dos meses y lo ideal es hacerlo mensual”.
Por último, y para que nadie quede fuera de esta
accesibilidad, Federico comentó que “en algunas casas que por su estructura directamente
no se puede colocar un ascensor, buscamos alternativas. Somos proveedores e
instaladores del sistema de elevación como sillas salva escaleras o plataformas
salva escaleras. Hay muchas variantes en lo que es la ingeniería del transporte
vertical”.