La Justicia Federal dispuso que la ex presidenta Cristina Kirchner cumpla su condena bajo arresto domiciliario con una tobillera electrónica que portará durante seis años, tras la ratificación de su condena en la causa Vialidad por parte de la Corte Suprema. La resolución, adoptada por el Tribunal Oral Federal 2, integrado por los jueces Jorge Gorini, Andrés Basso y Rodrigo Giménez Uriburu, establece que la ex jefa de Estado deberá permanecer en su residencia de San José 1.111 bajo estrictas reglas y con monitoreo constante.
En ese
marco, durante la tarde de este jueves,
el comisario de la dependencia 1-C de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires fue
a hacer la notificación del inicio del cómputo de la pena. En ese marco, la
Justicia notificó el uso de la tobillera y se la colocó en esta jornada. Además,
este jueves, el Tribunal decidió que la
ex mandataria pueda hacer uso del balcón del departamento en el que se
encuentra cumpliendo prisión domiciliaria.
“Debemos
recordar (aunque resulte ocioso) que el tribunal no ha vedado a la Sra.
Cristina Elisabet Fernández de Kirchner, en principio, el uso y goce de ningún
espacio específico de la arquitectura del inmueble en el que habita. Y en cuanto al comportamiento que se le
exige adoptar en el citado inciso, se espera de la solicitante el criterio, la
prudencia y el sentido común suficientes para discernir en qué contexto el uso
del balcón resultará una acción inocua y en cuál podrá implicar una
perturbación para la tranquilidad y la convivencia pacífica del vecindario y
sus habitantes (única y exclusiva situación que se pretende proteger con la
regla de conducta en cuestión)”, señalaron en la resolución.
Mientras se completa el proceso, una
delegación de la Policía de la Ciudad acudió al domicilio de la ex mandataria
(el martes, a las 21 horas), para
tomarle las huellas digitales de forma manual. Además, le leyeron sus
derechos y un acta en la que se le comunicó formalmente su detención
domiciliaria y las reglas de conducta que debe mantener.
La
tobillera sólo podrá ser retirada por orden judicial. El Servicio Penitenciario Federal, dependiente del Ministerio de
Seguridad de la Nación, será el encargado de la colocación y el monitoreo del
dispositivo, una vez que reciba la notificación correspondiente. El
dispositivo que porta Cristina Kirchner es sumergible (hermético), una
característica que responde a experiencias previas en las que personas
detenidas intentaron eludir el control ingresando a piscinas. Además es hipoalergénico, resistente al
polvo y está diseñado para no interferir en las actividades cotidianas del
usuario.
Este aparato, además, forma parte de un
sistema que combina una unidad transmisora -la tobillera- y una unidad
domiciliaria instalada en la vivienda, similar a un teléfono celular que se
instala en su departamento y funciona como un localizador o GPS. Ambos equipos
se comunican en tiempo real con el Centro de Monitoreo del Ministerio de
Seguridad de la Nación, que opera de
manera continua, las 24 horas del día y los siete días de la semana. La
unidad transmisora, que se reemplaza cada año, tiene una vida útil de 104
semanas.
El sistema de radiofrecuencia permitirá el
monitoreo en tiempo real y está compuesto por dos teléfonos celulares: uno que
puede recibir llamadas en cualquier momento y que la ex presidenta debe atender
obligatoriamente, y otro que controla el perímetro de movimiento. Si se
detecta una violación del arresto domiciliario, el sistema emite una alerta
inmediata. Además, la tobillera
transmite señales codificadas por radiofrecuencia, informando si está
correctamente colocada, si existen intentos de manipulación, el nivel de
batería y si se mantiene dentro del rango de la unidad domiciliaria.
Además, el dispositivo inicia comunicaciones automáticas con los servidores del
centro de monitoreo, utilizando línea fija o celular, para reportar eventos
relevantes como salidas no permitidas, ingresos a zonas prohibidas o
desconexiones.
La unidad domiciliaria puede actualizarse de forma remota y dispone de una batería de respaldo para asegurar su funcionamiento ante eventuales cortes de energía. A su vez, avisa con antelación cuando requiere ser reemplazada, lo que le permite a las autoridades anticipar cualquier inconveniente técnico. Actualmente, la Dirección de Asistencia de Personas bajo Vigilancia Electrónica supervisa unos 5.000 casos de personas que cumplen arresto domiciliario con este tipo de dispositivos, evaluando las condiciones técnicas y supervisando el funcionamiento del mecanismo.