En la década del 60 en varias ocasiones se hizo mención a
extraños casos registrados en Bahía Blanca.
Quizás uno de los que mayor repercusión alcanzó fue el de Dionisio
Llanca, quien con 25 años aseguró que lo habían abducido cuando estaba yendo a
su trabajo por la ruta 3. En un momento tuvo que cambiar una rueda, por lo que
al bajarse vio una luz amarillenta que lo encandiló, y acto seguido, algo
grande en forma de plato que estaba suspendido en el aire.
Ese relato lo contó al despertarse en el Hospital Español,
ya que según dijo, tras ver eso se desmayó y no se acordaba de más nada. Solo
que unos seres con forma humana bajaron de la nave, y que le hicieron pequeños
cortes en sus dedos. En el centro asistencial lo sometieron a distintos
estudios, incluido el suero de la verdad y sin embargo su versión nunca cambió.
El 21 de mayo de 1962 Miguel Thomé, fotógrafo de La Nueva
Provincia, captó un objeto luminoso que cambiaba de trayectoria de manera
inusual por el centro. En un momento se hizo más grande, quedó fijo, y de
repente giró bruscamente hacia el sur para perderse en la noche.
Más acá en el tiempo, el 5 de enero de 1975, Carlos Díaz
trabajaba en el ferrocarril de Ingeniero White. Según dijo, una luz gigante lo
abdujo y a los minutos estaba en Buenos Aires.
En septiembre de 1978, soldados que estaban de guardia en la
base Naval Puerto Belgrano recibió por handy un llamado, alertando que la base
estaba siendo atacada.
El grupo de seis se movilizó al lugar del ataque y allí se
encontraron con un objeto que según dijeron, parecía una gran calesita con una
luz potente. Pese a tirarle con fusiles fal, no le hicieron nada y se terminó
yendo tan rápido como llegó.
Estos son apenas uno de los muchos casos que se han
registrado en la ciudad. Creer o reventar, al parecer, no estamos solos y nos
visitan seguido.