El investigador bahiense buscó explicar el fenómeno que año
tras año despierta curiosidad y asombro. “Las mutilaciones aparecen más en
invierno” comentó.
Esteban Lingeri no es solo un bahiense curioso. Su pasión
por la ufología y los misterios que la rodean lo han llevado a convertirse en
un verdadero investigador de casos, y para su fortuna, nuestra zona le brinda
mucho material.
En diálogo con la redacción de BHInfo, intentó poner en
palabras el fenómeno chupa cabras, que volvió a salir a la luz días atrás, con
la aparición de un animal muerto en la zona de Carmen de Patagones.
Al respecto, y para romper el hielo, afirmó que “los
registros que se tienen de estas extrañas mutilaciones son más en invierno, se
suele dar más en invierno que en verano o en otras épocas, lo cual no quita
que, por supuesto, en pleno verano también haya habido algún caso de
mutilación, pero la mayoría que se tiene registro o conocimiento es en invierno”.
Y justamente sobre los registros y el marco histórico al
respecto, mencionó que “animales mutilados han aparecido en todas partes del
mundo. Los primeros casos que se fueron denunciando fueron en los años 50 o 60.
En Estados Unidos apareció un caballo con este tipo de mutilaciones que no se
podían explicar, pero sí, no es una cuestión que se dé solamente en la
Argentina, sino en otros lugares donde uno abre un poco el abanico y se pone a
investigar, aparece en cualquier lugar del planeta Tierra”.
Yendo específicamente a nuestro país, según su conocimiento,
el círculo rojo se sitúa en “provincia de Buenos Aires, en La Pampa, en Río
Negro, en Córdoba, en Santa Fe, en Entre Ríos, digamos es bastante variado por
ahí”.
Argumentando que “muchas veces también se dan en otras
regiones y que simplemente no nos lleva la información por lo que ya se viene
hablando hace tiempo; por ahí al no tener una respuesta oficial que convenza
verdaderamente a los productores agropecuarios, a los ganaderos, directamente
ni hacen la denuncia y por ahí, salvo que haya alguien interesado en el fenómeno,
que por ahí se pone en contacto con algún investigador que por lo menos le
pueda llevar el apunte e intentarle dar alguna respuesta de lo que pudo haber
sido, no nos enteramos”.
En otro pasaje de la charla reconoció que “las imágenes y
fotografías y todo eso, yo las pocas que he visto, las he visto por internet y
gente que es especializado en fotografías y en digitalización, llega a la
conclusión de que son todos fakes”.
Sumándole que “por eso es el misterio de que no se sabe bien
qué tipo de agente es el que haría estas mutilaciones, si tiene que ver con el
humano, como se ha manejado en varias hipótesis, se ha hablado de sectas y
demás, después se terminó descartando por la complejidad que sería llevar todo
el instrumental quirúrgico de última tecnología al medio del campo y agarrar un
animal, y todas esas complicaciones que entienden los investigadores que
llegaron a la conclusión de descartar que podía ser hecha por el hombre”.
De todas maneras admitió que por caso, “Daniel Padilla, que
es un investigador entrerriano también, que es especialista en mutilación de
ganados, ha arribado a conclusiones de que las mutilaciones tienen cierta
relación con la luna y con la faz lunar, donde por ahí se registran en una
determinada fase lunar, mayor casos de mutilaciones. Él por ahí encontró esa
relación y él le llama directamente un depredador. No hay dudas de que es un
depredador desconocido y absolutamente malvado y perverso por el daño que hace”.
Yendo en profundidad a su conocimiento, “tuve la suerte de
estar lo más cerca, tanto en tiempo como en espacio, es en el campo de Mingo
Bilbao, que es un vecino de la zona de Tornquist, que a los cuatro o cinco días
donde había encontrado el animal muerto pude ir a charlar con él y a verlo. Ni
los carroñeros se acercaban a esa vaca. Era increíble”.
Por último admitió que “no por casualidad, en ese campo, ha habido avistamientos también de ovnis y de luces, de luces tanto rastreras como luces que se ven en los cielos. No por casualidad, porque entiendo que todo está de alguna manera conectado, pero puede ser que no tenga tampoco ningún tipo de vínculo, la luz con la mutilación. Lo cierto es que hay gente que lo vincula y cuando uno va a los campos, quizás atrás de un animal mutilado, se encuentre también con historias de estas extrañas luces”.