
Todos tenemos unas ganas locas por viajar, más aún cuando se
acercan fechas importantes como Navidad, Semana Santa, las vacaciones de verano
o, ¿por qué no?, las fiestas de tu pueblo.
Sin embargo, aunque parezca fácil, cuando hay que estar
pendientes de ciertas responsabilidades en el hogar, se puede complicar mucho
el hecho de viajar. Hablamos, por ejemplo, de tener un peludo de cuatro patas que depende de nosotros por completo.
No queremos decir con esto que no puedas viajar con tu
mascota, ¡al contrario! Son compañeros
de viaje estupendos, fieles y divertidos, pero desgraciadamente en algunos
casos la normativa es muy exigente con nuestros amigos peludos y debemos
tenerla presente y valorar opciones antes de lanzarnos a la aventura sin más.
Si es tu caso y necesitas hacer un viaje sí o sí con tu
mascota, toma nota de estos consejos
sobre cómo viajar con tu perro en coche, con una pequeña guía de 3 pasos
para que tengas todo en orden.
Pasea a tu peludo antes
de emprender el viaje
Si tu perro es muy nervioso o se angustia, ten a mano tranquilizante (habla con tu
veterinario al respecto.
Si has viajado anteriormente y sabes que tu perro se marea, no le des ni de comer ni de beber antes del
viaje, así hay menos riesgo de que vomite.
Intenta acostumbrar
siempre al animal a que vaya sujeto, ya sea en transportín o con el
cinturón, de tal manera que se acostumbre a la sensación y no se sienta
inquieto al verse limitado de movimientos.
Aparte, cuando ya estés en pleno viaje, ten en cuenta estos
consejos:
Haz parones a menudo
para pasearlo y que estire las patas. Ten cuidado de que no salte del vehículo
bruscamente sin estar correctamente atado con su correa.
Si tienes que dejar al perro solo en el vehículo, que sea muy poco tiempo y siempre con las
ventanillas abiertas. Bajo ningún
concepto lo dejes solo y encerrado en el coche por horas con temperaturas
extremas de calor, puede morir asfixiado.
Hidrátalo poquito a
poquito durante los parones, para que no se dé un atracón que luego pueda
hacerle vomitar.