En Boca son conscientes de que el tramo final
del año es crucial, especialmente para lograr la clasificación a la Copa
Libertadores 2026, tras dos
ediciones consecutivas sin jugar la fase de grupos. Por eso, el duelo pendiente que el equipo de Claudio
Úbeda tiene ante Barracas Central el próximo lunes adquiere una trascendencia
vital.
En el último tiempo, el conjunto de La Ribera se acostumbró a vivir al filo, transformando cualquier
partido en una definición. Este año ya atravesó duelos decisivos ante
Alianza Lima, River, Lanús, Independiente, Bayern Múnich, Auckland City,
Atlético Tucumán y Racing. Ahora, tras
dos derrotas en los últimos tres encuentros, la obligación pasa por ganar sí o
sí en el estadio Claudio Tapia para
no quedar afuera de todo.
Boca tuvo chances claras de acomodarse: no pudo con Defensa y Justicia en Varela ni con Belgrano en La Bombonera, justo en el homenaje a Miguel Ángel Russo. Aquel tropiezo no solo lo complicó en su tabla, sino que además le impidió trasladar la crisis al clásico rival, ya que una victoria lo habría dejado por encima de River en la tabla anual. Todo terminó al revés.
Hoy el equipo suma 50 puntos y ocupa el quinto lugar en esa clasificación, fuera de los puestos de Libertadores. Rosario Central lidera con 59, seguido por River (52), Argentinos y Riestra (51). Con tres fechas por delante para la mayoría, el cuadro de Úbeda debe aprovechar el partido pendiente para recuperar terreno.
En la zona del Clausura, el panorama es igual
de ajustado. La paridad y el
bajo nivel general impiden que alguien se corte en la punta. Boca podría haber quedado segundo al vencer
a Belgrano, pero la caída lo dejó fuera del Top 8 que avanza a los Playoffs. Por lo tanto, no tiene
margen de error de ahora en adelante.
Desde la final perdida ante Fluminense en 2023, el “Xeneize” no logra escapar a la tensión. Este año, otra vez, afronta un cierre con todo en juego. Barracas, Estudiantes, River y Tigre serán sus próximos desafíos. Cuatro finales en fila para mantener viva la ilusión de volver a la Libertadores.
La buena noticia es que todavía depende de sí mismo. Si consigue tres triunfos y un empate en los cuatro partidos restantes, asegurará su lugar. Incluso podría tener cierto margen si logra vencer a River en La Bombonera, duelo directo que podría marcar el destino de ambos.
Los dos primeros de la tabla anual se
clasifican a la fase de grupos de la Libertadores, y el tercero va a la etapa
preliminar. Además, los
campeones del Clausura y la Copa Argentina liberan cupos, por lo que Boca también mira de reojo los cruces de River y Argentinos
en las semifinales.
El encuentro ante Barracas, entonces, no es solo un trámite pendiente, sino una oportunidad clave para sumar cuando los demás descansan. Un triunfo lo pondría segundo en la anual y lo devolvería a zona de clasificación. Una derrota, en cambio, podría dejarlo al borde del abismo. Otra vez.