Marcos Rojo fue expulsado en la agónica
victoria de Racing por 3-1 sobre Peñarol en la vuelta de los octavos de final
de la Copa Libertadores. El defensor se encontraba en el banco de suplentes tras ser
reemplazado por Nazareno Colombo cuando se cruzó con la terna arbitral.
De esta
manera, y tras recibir tarjeta roja directa, podría perderse la ida e incluso toda la serie de cuartos frente a
Vélez. El agravante es que Rojo solamente puede jugar Libertadores y la
Copa Argentina con el conjunto de Avellaneda, a raíz de su inscripción fuera del plazo límite. De esta manera, el ex Boca no jugará, como mínimo, hasta el
24 de septiembre, fecha del encuentro de vuelta entre “El Fortín” y “La
Academia”.
A propósito
de la Copa Argentina, Racing aún debe
aguardar por su rival en cuartos, que saldrá entre River y Unión, partido que
se disputará el 28 de agosto. De esta forma, el defensor central estará parado más de un mes, algo que no le
conviene teniendo en cuenta que su contrato es por productividad.
Al mismo tiempo, hay que tener en cuenta que a “La Academia” llegó con inactividad debido a que su último partido en Boca había sido frente a Lanús, por los octavos de final del Apertura. Luego fue marginado por indisciplina. Así que, por el momento, Rojo seguirá entrenándose en el predio Tita Mattiussi y formará parte de los trabajos que realice el resto del plantel, a la espera de su regreso a las canchas en septiembre, que con la roja de ayer se extenderá una semana más.