El Ministerio de Economía concretará este lunes una
operación de deuda para sacar del mercado unos $5,8 billones que habían quedado
fuera de la licitación de Letras de la semana pasada, una masa de pesos que en
el Gobierno leen sin “justificación” desde la demanda de dinero y que, por esa
razón, podría implicar un recalentamiento en la inflación y el dólar.
La medida que ejecutará la Secretaría de Finanzas que
conduce Pablo Quirno se dará en consonancia de otro paquete de anuncios que
determinó el directorio del Banco Central el jueves pasado, y que involucra un
reajuste al esquema de encajes bancarios, es decir el dinero que entidades
financieras deben mantener inmóvil como resguardo. Por definición, esto implica
un endurecimiento de la política monetaria al quitarle liquidez al sistema.
Con esa tenaza entre Finanzas y el Banco Central, el
Gobierno busca asegurarse que los pesos “sueltos” tras la licitación de Letras
y bonos del Tesoro del miércoles pasado no queden en búsqueda de otro destino y
que, así, le agreguen volatilidad al funcionamiento del mercado de tasas de
interés y de tipo de cambio.
En el equipo económico aseguran, de todas formas, que el
objetivo principal de estas medidas no es mantener a raya el dólar, sino evitar
cualquier combustible a la inflación. Así lo dijo Quirno sobre el cierre de la
semana, en una conversación con usuarios de X en la que explicó cuál es el
sentido de las últimas decisiones de política monetaria.