La ciudad de La Plata cuenta desde este sábado con un nuevo
ícono urbano y espiritual: un gigantesco mural del papa Francisco que ya se
alza sobre la intersección de las calles 14 y 54, justo frente a la Catedral.
La obra, realizada por el reconocido artista Martín Ron, es el homenaje
pictórico más grande del mundo dedicado al primer pontífice argentino.
El mural fue presentado en un acto encabezado por el
intendente Julio Alak y el arzobispo local, Gustavo Carrara. A las 17:30, la
plazoleta frente al templo se colmó de vecinos, funcionarios, artistas,
representantes religiosos y estudiantes de colegios católicos que participaron
de una ceremonia cargada de emoción, fe y arte.
Con el rostro del papa recortado sobre el cielo platense, la
imagen impacta no solo por sus dimensiones —abarca toda la fachada lateral de
un edificio— sino también por su iluminación. Se instalaron seis reflectores de
alta potencia que se encienden al anochecer para mantener visible la obra sin
afectar el entorno ni la circulación vial.
“Queríamos que esta imagen esté presente incluso cuando cae
el sol”, señalaron desde el municipio. La torre lumínica fue ubicada
estratégicamente junto a los semáforos para realzar la pintura sin
interferencias.