Rocío Marengo cenaba con amigas en una parrilla de Las
Cañitas en febrero del 2014. En la mesa de al lado, un grupo de hombres hacía
lo mismo, y el intercambio de gestos e insinuaciones derivó en un inevitable
diálogo.
La conductora quedó hechizada. “Fue un flechazo”, recuerda
hoy la modelo y conductora sobre cómo conoció a Eduardo Fort, el empresario de
la reconocida chocolatera familiar (FelFort), hermano del recordado Ricardo
Fort, y padre de su hijo por nacer.
En diálogo con la revista Caras la bahiense explicó que “él
estaba recién separado, y cuando me iba caminando pasó con su auto y me dijo
‘¿te llevo?’ Yo estaba a una cuadra de casa y me subí igual, ya cuando nos
saludamos percibí una química muy especial, se notaba que había algo”.
Continuando con su relato afirmó que “yo estaba soltera y no
buscaba nada, nunca imaginé que ese día me iba a terminar enamorando”, contó.
En otro pasaje de la charla afirmó que “una vez que pasó la
pandemia dijimos okay, si estamos juntos vamos por el cien… Ahí yo bajé un
cambio, no le di tanta prioridad al laburo para dedicarme más a organizar todo
el tema de la familia ensamblada. Lograr que los chicos te respeten o que sepan
que su casa también es la mía, coordinar los horarios para comer; en fin, todo
eso lleva su tiempo. Y una vez que todo eso estuvo sólido, entonces sí, yo
también quería tener un hijo… Y empezó nuestra lucha por ser padres”.
“Fue la primera vez que sentí miedo, estaba preparada para
recibir otra piña más. Me tocó ir al programa de Juana Viale y en plena salida
al aire me escribe mi médica. Vi que el mensaje decía ‘¿podés hablar?’, llegó
el corte y le dije que sí. Y me respondió ‘¡estás embarazada!’ Fue el domingo
11 de mayo, recuerdo que estaban Mauricio Macri, ‘Cocho’ López y Gastón Edul,
incluso Mauricio me preguntó si el mensaje era de mi marido y le dije que no,
que era de mi médica. Pero no quería que se filtre nada, todo era muy pronto y
a los tres días nos fuimos con Eduardo para Miami” recordó.
Incluso, en ese viaje tuvo pérdidas y sintió náuseas como
nunca en su vida, lo que despertó sospechas de que estaba embarazada por parte
de las hijas de Fort: “El tamaño del bebé era el de una semilla de chía, me
agarró una ansiedad muy fuerte. Después las ecografías determinaron que había
tenido un hematoma, necesitaba hacer vida tranquila y mucho reposo”, aseguró.