Fuentes policiales confirmaron que esta mañana, sobre las
6:30, junto con personal de fiscalización municipal se acercaron hasta el
inmueble ubicado en la primera cuadra de calle Güiraldes, ya que los vecinos
volvieron a denunciar ruidos molestos.
Para la sorpresa de nadie, Black V, el after que pese a las
reiteradas infracciones continúa abriendo como si nada pasara, estaba
atendiendo con total normalidad, por lo que una vez más se procedió a su
cierre.
Como ya es un clásico en este tipo de intervenciones, los
uniformados se encargaron de solicitarle a los concurrentes que desalojen el
lugar, mientras que los inspectores municipales volvieron a entregarles un acta
a los hermanos Vidal Ríos por infraccionar la ley 7315.
A modo preventivo, además de agentes de comisaría Séptima,
también se solicitó el apoyo de la UTOI, policía local y el Comando de
Patrullas, aunque afortunadamente no hubo resistencias ni desmanes en la
desconcentración.