La indignación de un grupo de usuarios se hace oír a pesar de las salvedades, que son de ineludible mención. La principal: los anuncios de WhatsApp no aparecen en los chats y, en tanto, la experiencia de uso es igual a la de antes. ¿Dónde se ven las publicidades? Únicamente en la sección “Novedades”, aquella que reúne a las actualizaciones de Estados (las Stories del mensajero) y a las comunidades.
El mensajero surgió en el 2009 y sus fundadores se jactaron de una serie de características de su propuesta: descarga gratuita y experiencia libre de anuncios. Cuando en el 2014 Facebook (ahora Meta) compró el mensajero por 19.000 millones de dólares, muchos creyeron que la app agregaría publicidades. Si bien circularon numerosos rumores al respecto, ese paso no se materializó en mucho tiempo.
La movida es parte de los planes par monetizar en WhatsApp, un servicio que, hemos visto, es popularísimo, pero que no le ha generado grandísimos ingresos a Meta. Además de las publicidades, la empresa que dirige Mark Zuckerberg agregó un plan de suscripción a canales para recibir contenido exclusivo, y las empresas que abonen una tarifa conseguirán privilegios a la hora de mostrar sus anuncios.
Respecto al eventual éxodo de usuarios en WhatsApp, lo más probable es que la sangría no sea sustancial. Con el anuncio aún fresco, es esperable que circulen quejas y que se mencionen alternativas, como Telegram y Signal. Sin embargo, mientras los chats permanezcan libres de publicidad, la app de mensajería más popular del mundo no correrá grandes riesgos de una estampida hacia otras propuestas en el sector.