Miguel Ángel Russo volvió a Boca.
Acompañado del presidente Juan Román Riquelme, el entrenador de 69 años fue presentado oficialmente en la sala de
conferencias del predio de Ezeiza y dio inicio a su tercer ciclo como director
técnico del “Xeneize”.
Emocionado hasta las lágrimas y por momentos con la voz quebrada de felicidad, hizo énfasis en la idea de “estar todos alineados” -jugadores, CT y dirigencia-, se refirió a “lo que necesita el hincha”, le tiró palos a la dirigencia de su ex club, San Lorenzo, y palpitó el Mundial de Clubes de Estados Unidos, donde compartirá el Grupo “C” con Bayern Múnich, Benfica y Auckland City.
“Yo siempre competí en los últimos años. Se me dan un montón de cosas y sigo compitiendo. Son cosas que aparecen y en mi mente, no estaba en los planes. Boca aparece cuando nosotros quedamos eliminados. Para que vean lo que es el fútbol, los códigos y las maneras”, mencionó sobre cómo se dio su llegada.
“El hincha está siempre en todos lados, en cada lugar. Me demuestra cariño. Necesitamos competir y estar a la altura de lo que es este club y lo que significa. Boca siempre ha competido y esta es la manera de seguir compitiendo. Se vienen torneos de niveles muy altos. Bienvenidos sean”, afirmó.
“Estoy feliz de lo que hago, pero esto lo vengo haciendo desde hace un montón de tiempo. Si esto no me diera felicidad, no lo hago. A muchos les parece algo que te vuelve loco, pero a mi me gusta. Hay que manejarse de la mejor manera”, destacó Russo.
Y siguió definiendo al tan temido “Mundo Boca”: “Darle las gracias siempre por la forma en la que me han reconocido. Siempre fueron muy gentiles. Boca es todos los días, a cada minuto. Es así. Es distinto. No son malas, son cosas que tienen que ver con el mundo Boca. Bienvenidas esas cosas de mi parte”.
“Tenemos que estar alineados en una idea, una forma. Siempre los jugadores son importantes. Es clave que tengamos compromiso, un montón de factores. Los jugadores lo tienen, el tema es ordenarlo”, completó.