Son días soñados para Franco Mastantuono,
el crack de River que por estas horas
luce los colores de la Selección Argentina y tira paredes con Lionel Messi en
el predio de AFA en Ezeiza. Mientras se ilusiona con debutar en esta doble
fecha de las Eliminatorias frente a Chile o Colombia, su representación sigue en contacto directo con gente cercana a Real
Madrid, que está decidido a llevárselo cuanto antes.
El
pasado martes, se dio otra reunión clave
en el Hotel Emperador entre los
agentes del volante zurdo y enviados del “Merengue”, entre ellos Juni Calafat,
jefe de ojeadores y el primero en marcarlo como potencial refuerzo hace más de
un año, aunque en aquel entonces aceleraron por el turco Arda Güller.
No es
el primer acercamiento entre ambas partes. Ya
se habían desarrollado algunas charlas semanas atrás en la capital española con
Walter Tamer y Augusto Fernández, representante del jugador, pero en este último cónclave en Buenos
Aires se definieron varias cuestiones.
A sabiendas que el PSG, flamante campeón de la
Champions League, también busca
incorporarlo (de hecho, hubo un diálogo entre el jugador y Luis Enrique), Real Madrid quiere bloquear cualquier otro
tipo de oferta, por más seductora que sea, y asegurarlo de cara a la próxima
temporada. Ahora resta saber cómo avanza la negociación: si ejecuta la cláusula de rescisión de 45
millones de euros, si negocia con la dirigencia para incluir algún bono y si se
lo lleva después del Mundial de Clubes.
Por
más que el presidente Jorge Brito tenga una estrecha y cordial relación con su
par Florentino Pérez, River sabe que
contra esta cifra exorbitante y el deseo del joven de 17 años no puede hacer
nada. Sin embargo, harán todo lo
posible para retenerlo y que pueda terminar la temporada con la banda roja
cruzada al pecho.
Con apenas 17 años y 61 partidos sobre su espalda, Mastantuono quiere jugar en el Real Madrid. Incluso, cuando lo habían venido a buscar desde Olympique de Marsella y Manchester United, el joven remarcó que esperaba un llamado desde las oficinas del Santiago Bernabéu. Y finalmente llegó.