Miguel Ángel Russo ya arregló su regreso a
Boca y es sólo cuestión de tiempo para que el comienzo de su tercer ciclo en el
club sea oficial. Tras arduas negociaciones, el entrenador aceptó hacerse
cargo de un resarcimiento para San Lorenzo por los seis meses de contrato que
tenía pendientes y documentó la deuda que el Ciclón tenía con él. De esta manera, ya podrá estar presente en
el entrenamiento de esta tarde o en el de mañana.
De
vacaciones, sin competencias a la vista y con una crisis institucional por
resolver, el club de Boedo no tenía
ningún apuro por resolver la situación de su DT. Por eso, su presidente en
funciones, Julio Lopardo, se plantó
firme en sus exigencias y reclamó que le pagaran el medio año de vínculo que
queda incumplido. Eran entre 350 y 500 mil dólares.
Claro que en las negociaciones jugó con las
necesidades de Russo, que si no resolvía este conflicto no podía asumir en Boca.
Por eso es que el experimentado entrenador de 69 años aceptó documentar la
deuda (le habrían pagado hasta marzo, inclusive) y se hizo cargo de la demanda de San Lorenzo.
Con
esto resuelto (sólo restan formalidades), y con la rescisión de Fernando Gago
del “Xeneize” también firmada en las últimas horas, Miguel tiene vía libre para, por fin, arrancar su tercer ciclo como
entrenador de Boca. Su primera práctica sería esta tarde y comenzará así una preparación de 10 días
previa al viaje a Estados Unidos para afrontar el Mundial de Clubes.
Es realmente inédito que un entrenador del
fútbol argentino asuma en una competencia internacional ante un equipo europeo.
Sin embargo, eso es lo que le sucederá a Russo, que debutará en su tercer ciclo en el club en el Hard Rock Stadium de Miami, Estados Unidos, ante Benfica, de
Portugal.
Será el lunes 16 de junio por la primera fecha del Grupo “C” del Mundial de Clubes, competencia en la que Boca tendrá la difícil misión de meterse en octavos de final. Los siguientes dos partidos serán frente a Bayern Munich, de Alemania, el 20; y ante Auckland City, de Australia, el 24.