Bahía Blanca es una “ciudad universitaria”, y frecuentemente
se escucha a las autoridades de las universidades públicas locales hablar de
complementación más que de competencia.
Ese funcionamiento como sistema se vio desafiado por las
consecuencias de la inundación y la respuesta no se hizo esperar: alumnos de
Biología, Bioquímica y Farmacia; Geología, Ciencias de la Salud, Ingeniería
Química, Química, Ciencias e Ingeniería de la Computación, Ingeniería e
Ingeniería Eléctrica que no podrían cursar porque la catástrofe del pasado 7 de
marzo afectó las dependencias del complejo de Alem 1253 y de 12 de Octubre,
están asistiendo desde el 31 de marzo las aulas y laboratorios de las sedes de
la UTN de calles 11 de Abril 461 y Montevideo 340.
“Son alrededor de 40 asignaturas las que pudieron solucionar
su problema de falta de aulas gracias a la generosidad de la UTN”, dijo el Secretario
General Académico, doctor Mariano Garrido.
La inundación afectó aulas y laboratorios del complejo de
Alem 1253, que quedaron inutilizados para su uso –además de perder equipamiento
millonario–; del edificio de 12 de Octubre, donde asistían para clases de
Biología, Bioquímica y Farmacia; en el Departamento de Ingeniería Eléctrica y
Computadoras del campus de Palihue y del Hospital Penna donde cursaban estudiantes
de Medicina y Enfermería.
Por el momento, tampoco puede utilizarse el salón de actos
del primer piso de Alem, en donde se daban clases, porque se destinó para la
Biblioteca Central, que perdió el subsuelo como depósito.
El rector de la UNS, Daniel Vega, agradeció públicamente al
decano de la Facultad Regional, Alejandro Staffa, por la predisposición para
colaborar con la institución “ya que hubiera sido muy difícil comenzar el cuatrimestre
en muchas carreras”.
El acuerdo surgió luego de la inundación, con la consecuente
postergación del inicio del año académico, y la afectación de diversas
dependencias, especialmente los laboratorios para las clases prácticas. En algunas
cátedras, cursan juntos.
Garrido por su parte agradeció especialmente a Natalia Pade,
personal de la UTN, por su disponibilidad para ubicar las materias en las
respectivas aulas.