No es novedad comentar que una de las tantas zonas duramente
castigadas por la inundación del 7 de marzo fue Harding Green.
Pese a encontrarse en una zona alta de la ciudad, la falta
de mantenimiento de los canales de desagote hicieron que ese sector se vuelva
una pileta gigante, en donde el agua se estancó y no corrió, contra lo que la
geografía del lugar podía hacer suponer.
A raíz de esto, y según le comentaron los vecinos a la
redacción de BHInfo, proliferaron a escalas insospechadas los mosquitos, los
cuales hoy, pese a la fumigación semanal que publica la comuna, son dueños del
sector.
“Durante el día son tolerables, pero donde comienza a bajar
el sol directamente se vuelven nubes negras que no te permiten salir al patio”
indicó una de las afectadas.
“No hay repelente, ni derribante, ni prenda que los aleje. Tenes
que quedarte encerrado porque si no es una picadura tras otra” afirmó otro de
los damnificados.
Si bien el municipio realizó trabajos al costado de Juan
Manuel de Rosas, para que en futuras lluvias el agua corra y no se junte, según
indicaron los vecinos, falta desmalezar toda el área.
“Los yuyos están muy altos y desde la delegación no hacen
nada. Ahí están los lugares donde el mosquito deja los huevos y a la primera
lluvia nacen muchísimas crías. Por eso tenemos este desborde hoy acá” cerró
otra de las víctimas de los insectos.