Verónica Zanzul, conocida como “La Colo”
por su cabello rojizo y su carismática personalidad, falleció el miércoles 19
de marzo de
Su partida deja un recuerdo imborrable
entre quienes siguieron la primera edición de Gran Hermano Argentina, el programa que marcó un hito en la
televisión del país y en el que su paso no resultó inadvertido.
Zanzul
ingresó al reality de Telefé en marzo de 2001, cuando el formato llegaba por primera vez a la televisión argentina.
Con 24 años y una personalidad extrovertida, se desempeñaba como colorista y maquilladora. Su participación estuvo
marcada por momentos de gran exposición, como
su relación con Gustavo Jodurcha dentro de la casa. Ambos protagonizaron el
primer romance televisado en la historia del programa en el país y se
convirtieron en centro de atención de la audiencia y los medios. Jodurcha, finalmente, decidió abandonar el
juego por voluntad propia, una decisión que impactó en la dinámica del encierro
y en la continuidad de Verónica en el programa.
Otro de los episodios más recordados de su
paso por Gran Hermano fue el beso con Diego Maradona. En una de las visitas
más icónicas que recibió la casa, el astro del fútbol ingresó para saludar a
los participantes. En un clima de euforia generalizada, Maradona se acercó a Zanzul y le dio un beso y un efusivo abrazo, un
gesto que quedó inmortalizado en las imágenes del programa y que generó revuelo,
tanto dentro como fuera del reality.
En sus redes, Verónica se mostraba como una
protectora y amante de los animales. Según compartía en su cuenta de
Instagram, trabajaba como paseadora de perros y gatos. “Grupos reducidos y paseos individuales. Voluntaria censando cetáceos y
aves marinas”, se definía.
Sus ex
compañeras, Patricia Villamea y Tamara
Paganini se habían convertido en sus grandes amigas, y así lo reflejaban la
cantidad de fotos y videos que compartieron en sus redes. Fue Patricia quien,
apenas se conoció la triste noticia, la despidió con un posteo donde se las
podía ver juntas, hace tres años: “Recordarte
así”, escribió conmovida.
La edición inaugural de Gran Hermano
Argentina comenzó el 10 de marzo de 2001 en Telefé, convirtiendo al país en el
primero de América Latina en adoptar el formato creado en los Países Bajos.
Con Soledad Silveyra como conductora y Mariano Peluffo en la co-conducción, el
ciclo introdujo un fenómeno televisivo que cambiaría las reglas del
entretenimiento y la relación del público con los participantes. El reality reunió a catorce concursantes,
entre ellos Lorena González, Patricia Villamea, Alejandro Restuccia, Natalia
Fava, Martín Viaña, Eleonora González, Fernando Navarro, Santiago Almeyda,
Daniela Ballester y Gastón Trezeguet. El ganador, Marcelo Corazza, se llevó
un premio de 200.000 pesos, en un contexto económico que convertiría esa cifra
en un punto de discusión pocos meses después, cuando el país entró en una de
sus peores crisis financieras.
Desde su estreno, el programa generó un
intenso debate sobre los límites de la exposición mediática y la privacidad de
los participantes. Con cámaras registrando cada instante de la convivencia,
el público tuvo acceso a una nueva forma de entretenimiento basada en la
observación constante de la vida cotidiana de desconocidos. Este modelo, revolucionario para la época,
consolidó un género que seguiría vigente con múltiples adaptaciones con el
correr de los años.
A lo largo de las siguientes temporadas, la conducción de Gran Hermano pasó a manos de Jorge Rial, quien tomó la posta en la cuarta edición. Sin embargo, la primera temporada quedó en la memoria de los espectadores como la que sentó las bases de un fenómeno televisivo que persiste hasta hoy. Dentro de ese grupo inaugural, Verónica Zanzul dejó su huella con su espontaneidad y su participación en momentos que definieron la historia del programa en el país.