La vuelta de los créditos hipotecarios lanzados por algunos bancos esta semana, sorprendió a todos. Por lo menos, porque no era uno de los temas que se venían hablando en el ámbito público ni el privado.
Ocurre que, atrás de una simple noticia, hay un significado muy fuerte, de esos que nos marcan: el sueño de la casa propia.
Más allá de que pareciera una buena noticia, hay opiniones encontradas con respecto a los créditos hipotecarios, principalmente por lo difícil que es su implementación en un país que tiene continuamente problemas de inflación.
“Si la inflación viaja más rápido de lo que viaja tu ingreso, se indexa tu capacidad de pago, se te hace imposible pagarlos. Por eso tenemos los créditos UVA o el sistema de créditos tomado en una situación muy delicada”, asegura el economista Mauro Trellini.
Según el Banco Hipotecario, ya tienen más de 18.000 personas interesadas anotadas, y más de 30.000 visitas en la web del banco. Sin embargo, la información todavía es muy fresca y no hay muchas precisiones. “Parece una reedición de lo que conocemos como los famosos créditos ajustados por inflación o UVA. Todos sabemos que estos créditos han generado inconvenientes y también todavía genera desazón, pero no es el sistema el que fracasa, porque este sistema se implementa en otros países”, menciona el economista.
Cuesta entender que un sistema que se usa en otras partes del mundo, acá lo que primero genera es temor. Con respecto a este tema, Trellini asegura que “acá al lado en Chile, tiene otro nombre, pero funciona igual y funciona hace mucho tiempo y bien. Entonces la pregunta es por qué en Argentina no funciona y genera todos los problemas y esta sensación no querer tomarlo. La respuesta es simple, en Argentina no funciona nada normal”.
Como describíamos en el comienzo de la nota, tal vez las últimas experiencias, fueron las que generaron este escepticismo. “Lo más reciente que tenemos en el tiempo fue con el gobierno de Mauricio Macri, cuando al principio parecía que la inflación era un trámite pasado y se le empezaba a encontrar la vuelta y se estabilizaban los precios e incluso iban desinflándose”.
Entonces, ¿Qué es lo que tenemos que tener en cuenta a la hora de evaluar estos créditos? “Muchos hacen la siguiente cuenta, yo saco un crédito UVA y la primera cuota la puedo pagar con facilidad. Y esa es la primera señal errónea o no clara que uno tiene que mirar. Esa cuota no va a ser la más baja, porque después lo que todavía no pagaste del capital, las otras 260, 259, 359 cuotas se empiezan a indexar. Entonces los intereses sobre esas cuotas que se indexan por inflación, que se ajustan por inflación, son más altas que la primera”, finalizó Trellini.