Por Nicolás Fernández (@nicofernandezrelator)
El gol es la sensación más espectacular que tiene el
fútbol. Es la emoción, el éxtasis,
el placer máximo que puede vivir un futbolista. Y de repente, como todo tiene un final, cuando ese
sentimiento tan natural y habitual no está, cuando el grito de la hinchada
ya no retumba en tus oídos cotidianamente, el vacío es inmenso.
Imagínense lo que debe sentir un goleador, acostumbrado a ese tipo de
sensaciones únicas.
Y si hablamos de grandes goleadores, con Julio Daniel Acosta
nos ponemos de pie. Julito fue un romperedes de los de antes. Porque no es tan fácil ser el máximo
goleador de un club -en la categoría que sea- en estos tiempos. En
la era moderna de un fútbol que se lleva rápidamente a los talentos a niveles
superiores. Fíjense los máximos artilleros de los equipos de Primera: Labruna
en River, Erico en Independiente, Sanfilippo en San Lorenzo, Pelegrina en
Estudiantes. Todos de la década del ’60 para atrás. Por eso no es común en los
días del fútbol-vértigo toparse con
un Palermo, que hace poco más de 10 años se convirtió en el máximo goleador de
Boca. Lo mismo el “Bichi” Fuertes en Colón, “Pepe” Sand en Lanús. Y en el plano
local, Acosta es uno de esos pocos privilegiados. Porque Julio tiene la dicha de ser una leyenda moderna de nuestro fútbol.
Acosta dejó las canchas a fines del año pasado. Quizás no fue en el mejor momento colectivo
de Liniers, ya que coincidió con el descenso del Federal “A”, categoría a la
que al “Chivo” le costó horrores llegar
y lastimosamente sólo pudo mantenerse dos temporadas. Pero el hincha jamás
se olvidará del recorrido. De los goles que valieron grandes triunfos,
inolvidables consagraciones. Acosta con la albinegra hizo cosas irreales, como marcar dos golazos en una final
que el equipo de la avenida Alem perdía estando 9 contra 11 desde el primer tiempo. Si hubiese pósters y
figuritas de la Liga del Sur, Julito
estaría en las paredes de las habitaciones de todos los pibes de Liniers, incluso en la de Lautaro, Bouzat o Pizzini,
quienes crecieron viendo sus hazañas en el Doctor
Alejandro Pérez.
“Me siento raro,
desde los siete años te dedicás a algo y de repente no lo hacés más. Me voy
acostumbrando. Sigo con la misma pasión y ahora con mayor responsabilidad
porque antes entrenabas y te ibas a tu casa. Ahora hay que planificar. Estoy
cerca del jugador, de una cancha. Ya no desde adentro, pero cerca. Soy feliz”,
manifestó Acosta, actualmente ayudante de campo de Hernán Rosell y DT de la
reserva de Liniers, en el programa “Ligados”
de Radio Rivadavia 106.3.
Continuando con su
nuevo rol en la institución, Julio detalló: “Estoy en mi club, Liniers es mi
casa. La mayoría de los chicos fueron mis compañeros y es una sensación extraña pasar de
compartir la cancha a darles indicaciones. Así que aprendo cada día y
escucho al ‘Negro’ (Rosell) que tiene más experiencia”.
EL PRESENTE DE LINIERS
Acosta las vivió
todas en el “Chivo”. Ganó infinidad
de títulos a nivel local, logró el tan ansiado ascenso al Federal “A”. Y, como en la vida misma, también tuvo que bancarse las pálidas. En 2022 se marchó
a La Armonía para tener más minutos (y logró el ascenso al Oficial) y, el año
pasado, los últimos partidos de su carrera estuvieron marcados por el
descenso del equipo de la avenida al Federal Amateur.
¿Cómo está el club hoy, Julio? “Liniers tiene la estructura, los chicos, la
capacidad de sus entrenadores. Merece mínimamente estar en el Federal ‘A’.
Hay que resurgir, hacer borrón y cuenta
nueva. Si vivimos del recuerdo vamos a quedar atados. En el fútbol
no hay misterios. Hay que trabajar, sacar buenos jugadores como siempre hizo
Liniers y ojalá podamos volver rápido”, afirmó.
“Pasamos muchos
vaivenes emocionales. Estuvimos en la cresta
de la ola y después nos hundimos en un pozo profundo. Lo que le podemos
prometer al hincha es que vamos a trabajar seriamente, que queremos ganar, siempre
dándolo todo. Liniers debe seguir sacando buenos jugadores y deportivamente
merece estar más arriba”, concluyó el “9 eterno”.
Por último, Julito se refirió a su incorporación en
el equipo del Senior de Liniers,
donde se reencontró con varios ex compañeros: “Es muy lindo. Escuchaba el año
pasado cuando empezó a jugarse la categoría en Bahía y la verdad está
buenísimo. Además, el nivel del torneo es muy bueno y te permite mantenerte
activo. Pero, por sobre todas las cosas, te reencontrás con amigos, con la
previa y el post partido. Es espectacular”, cerró Acosta, con la sencillez
que lo caracteriza, mientras se preparaba para cerrar su almacén, "el otro trabajo" que lo acompañó durante su carrera deportiva.
El hombre de los más
de 600 partidos con el “Chivo” y los casi 300 goles con la camiseta albinegra. En definitiva, una leyenda
viviente. Un ídolo eterno en
tiempos de figuras efímeras.
CÓMO SE JUEGA LA LIGA ESTE FINDE
En el Oficial dos de
los cuatro encuentros se jugarán este sábado: Olimpo-Liniers (en
cancha de La Armonía) y Bella Vista-Huracán (“La Loma” vuelve
a su estadio, que fue refaccionado tras el temporal del 16 de diciembre).
Mientras que el martes 30 de abril Villa Mitre será anfitrión de La
Armonía y el miércoles primero de mayo (feriado) el líder San
Francisco recibirá a Sporting. Todos los partidos de la categoría superior
iniciarán a las 15:30.
Por otro lado, en el Promocional esta tarde jugarán Comercial-Rosario y Libertad-Pacífico de Bahía, ambos a las 15:30; el domingo a las 11 de la mañana y en cancha de Comercial se enfrentarán Dublin-Sansinena (el horario se debe a que ese día se jugará el clásico Villa Mitre-Olimpo por el Federal “A”); y el lunes a las 16 Tiro será local de Pacífico de Cabildo.
Fotos: gentileza Liniers Oficial