En una
mañana pálida, de caras largas y mal humor generalizado en Boca Predio, después
de lo que fue una noche para el olvido en el debut en Perú en la Copa
Libertadores, al menos Fernando Gago encontró una suerte de -mínimo-
consuelo con dos buenas noticias: Marcos Rojo y Ander Herrera, dos referentes
claves que se perdieron la ida con Alianza Lima por lesión, recibieron el alta
médica y se sumaron al grupo.
Temprano,
ni bien aterrizó el avión, el plantel fue directamente al Centro de
Entrenamiento de Ezeiza para retomar las prácticas tras el cimbronazo copero. Y
allí fue donde los dos ex Manchester United, a los que el equipo necesitó
ayer sobre todo en la cuestión anímica y en la falta de liderazgo, trabajaron
con normalidad después de algunas semanas.
La noticia, internamente, se festeja. No es
para nada menor, sobre todo pensando en que Boca deberá revertir la serie el
martes que viene en La Bombonera si
no quiere quedarse afuera de todo tipo de competencia internacional. En una
marea de lesionados y ante una definición de ese calibre, harán falta
referentes y volverán Rojo, luego de la molestia en el tendón de Aquiles, y
Herrera, tras el desgarro en el isquiotibial.
Ambos
están a disposición de Gago para recibir el sábado a Aldosivi por el Torneo
Apertura y hay posibilidades de que sumen algunos minutos en busca de
recuperar ritmo pensando en Alianza Lima. Los otros que estarán para jugar,
tanto el sábado como en el martes, son Luis Advíncula, tras cumplir la fecha
de suspensión, y Milton Delgado, de regreso tras el Sudamericano Sub 20.
¿Y Edinson Cavani? Es la
pieza de peso que faltaría, el capitán. A diferencia del resto de los
mencionados, el “Matador” por ahora continúa con su rehabilitación de la
fractura en apófisis transversa izquierda de L3 (sin desplazamiento) y
difícilmente pueda estar ante Aldosivi.
Pese a que
sigue trabajando diferenciado, en el predio de Ezeiza hay optimismo de que
pueda estar disponible para la revancha de la Fase 2 de la Libertadores. Es
que no es una lesión que le impida jugar, pero sí que le genera un dolor
difícil de sobrellevar en la cancha. Pero claro que la instancia, de ser
necesario, lo ameritará. Boca se juega todo.
Es decir, el once pensando en la Copa será considerablemente diferente al que viene de perder en Lima. De mínima, se sumarán los cuatro referentes y no se descarta que pueda haber más cambios.