Gran Hermano vive un nuevo giro con la incorporación de ocho
nuevos participantes a la casa. Esta decisión de la producción de Telefe busca
modificar la dinámica de la competencia y sorprender tanto a los jugadores
actuales como a la audiencia con el ingreso de nuevas personalidades para
agitar el reality show.
La primera en realizar su ingreso fue Delfina De Lellis, que
lo hizo como reemplazo de Claudio Di Lorenzo, quien quedó afuera del programa
tras una operación de apendicitis. El retorno de la primera eliminada de esta
temporada se sumó a la llegada de los flamantes concursantes y su ingreso
preparó a los jugadores para el ingreso de sus nuevos compañeros.
El primer nuevo participante en ingresar a la casa fue Saif
Yousef, un joven egipcio oriundo de El Cairo. Su nombre se pronuncia “Seif” y,
además de adaptarse a la dinámica del reality, anticipó que mantendrá sus
prácticas religiosas musulmanas dentro de la casa.
Hace cuatro años que vive en Argentina y domina el
castellano con fluidez. Es hijo de un diplomático de la embajada de Egipto en
el país y actualmente estudia odontología en la UBA. Antes de su ingreso,
expresó su entusiasmo en diálogo con Santiago del Moro: “Estoy muy bien,
contento y nervioso. Quiero aprovechar esta oportunidad”.
La segunda nueva participante en ingresar fue Gabriela
Gianatassio, una joven brasileña que vive en Argentina desde hace siete años y
sueña con convertirse en modelo.
Con una personalidad frontal y determinada, dejó en claro que
su objetivo en el juego es enfrentarse a los concursantes más fuertes. “Voy a
entrar a la casa para brillar, lo prometo”, aseguró antes de su ingreso. Se
definió como una persona auténtica, que dice siempre lo que piensa y no teme a
los desafíos dentro de la competencia.
El tercer participante en ingresar fue Santiago Larrivey, es
apodado “Bati” y contó en su presentación que es contador, oriundo de La Plata
y que es dueño de una fuerte personalidad.
Se describió como una persona jodona y alegre, pero a la vez
controladora, aunque asegura que no es manipulador. Su intención dentro del
juego es asumir el rol de villano, utilizando estrategias para avanzar en la
competencia. Con confianza en sí mismo, dejó una frase contundente en su
casting: “Siempre consigo todo lo que quiero”. “Yo me veo en la final”,
aseguró.
Selva Pérez Carvalho, una uruguaya de 51 años con una gran
presencia en redes sociales, fue la cuarta nueva participante en entrar. Con
más de 600 mil seguidores en TikTok y 260 mil en Instagram, se autodenomina “la
influencer de las amas de casa desesperadas”.
Fanática del reality, trabajó en televisión y asegura estar
en una etapa de su vida en la que “se permite todo”, aunque no disfruta de
beber ni fumar, sino simplemente de comer. Con una personalidad arrolladora, se
define como un “torbellino” y promete ser una jugadora intensa dentro de la
casa. “Vengo a romper corazones y a ganar Gran Hermano”, afirmó con seguridad
antes de su ingreso.
Lorenzo De Zuani, un joven de 23 años nacido en Salta y estudiante
de diseño industrial fue el quinto en ingresar. Es el menor de tres hermanos y,
aunque se considera tímido, admite que le gusta llamar la atención. Se define
como una persona graciosa, tranquila y poco conflictiva, con una personalidad
transparente y una alta autoestima, aunque confiesa que no ha tenido suerte en
el amor.
Su objetivo en GH es mantenerse fiel a su esencia: “Mi
estrategia es ser auténtico y mostrarme como soy”, aseguró. Con ganas de
afrontar retos, expresó su entusiasmo antes de ingresar a la casa: “Tengo
muchas ganas de entrar porque me encantan los desafíos nuevos”.
La sexta en entrar fue Lucía Jazmín Patrone, una joven de 18
años oriunda de Villa Devoto, CABA. Con más de 43 mil seguidores en Instagram,
se dedica al modelaje, el canto y la actuación, y busca aprovechar el reality
para potenciar su carrera. Se define como hermosa, histérica y caprichosa, y le
gusta que todo se haga a su manera.
Con un carácter fuerte y fiel a sus pensamientos, adelantó
que su estrategia será jugar inteligentemente para avanzar en la competencia.
“Quiero jugar y también que me conozcan”, expresó antes de su ingreso, y dejó
en claro su temperamento al describirse como “de mal genio”. Además, está de
novia con Lauty Gram, ex pareja de la China Suárez, y quien la besó por última
vez antes de que ingrese.
La anteúltima en entrar fue Eugenia Ruiz, una santiagueña de
44 años, casada y madre de un hijo. Es médica, pero decidió no ejercer la
profesión. Con una personalidad extrovertida y carismática, aseguró ser divertida
y graciosa, y le encanta compartir chismes.
Aunque asegura que la fama no le interesa, su gran sueño es
trabajar en una serie o película. Antes de entrar a la casa, dejó en claro su
identidad: “Me defino como influencer, también actriz”, expresó.
El octavo y último participante en ingresar fue Marcelo
Carro, que tiene 34 años, es de Lanús y contó que es fanático del reality desde
su primera edición. Trabaja en logística, donde lidera a más de 40 personas.
Apasionado por el juego, prioriza la táctica por encima de los vínculos dentro
de la casa.
Jugó al fútbol en Barracas Central hasta los 20 años y, en
su vida personal, se define como el típico tío “soltero y jodón”, que siempre
llega tarde a las reuniones familiares. Con una mentalidad analítica y
competitiva, anticipó su rol dentro de la casa: “Soy estratega y me encanta
liderar grupos”, expresó en su presentación, dejando en claro que “va a estar
pensando en todo”.