Las
normas de tránsito indican que una de las faltas más graves es manejar bajo los
efectos del alcohol porque es uno de los motivos por los que más se generan
accidentes. Por eso, se realizan
distintos controles de alcoholemia, los cuales aumentan en épocas de fiestas
como Navidad y Año Nuevo, tal es el caso de Bahía Blanca… ¿Qué pasa si te
negás a hacerte el test?
La
tolerancia de alcohol en sangre para la provincia de Buenos Aires es “alcohol
cero”. Por eso, estar por encima de
esos valores es considerado positivo, lo que genera que el conductor deba
afrontar distintas penalidades como un acta, retención de licencia y del auto.
Pero no es el único escenario que podría enfrentar un automovilista.
Si
se niega a hacerse el test, también constituye a una falta, lo que implica una
remisión del vehículo. Esto indica
que, pasaría a ser un “falso positivo” porque se considera una falta y se
aplicará una multa correspondiente.
Las
multas van desde los $94.530 hasta los $630.200, sumado a la inhabilitación entre dos y cuatro meses de la licencia con
posibilidad de reducción en caso de asistir a un curso de educación vial.
Para
casos superiores a un gramo por litro, las multas pueden alcanzar hasta
$1.260.400 o penas de arresto entre uno y 10 días. Además, las inhibiciones pueden ser hasta dos años sin posibilidad de
suspensión.
CÓMO
SE REALIZA EL TEST
El
control de alcoholemia se realiza con dispositivos no invasivos, estériles y
descartables. El procedimiento tiene
dos etapas:
- Test inicial: El conductor sopla en
un alómetro, que detecta la presencia de alcohol en sangre. Si el resultado es
negativo, puede continuar circulando.
- Test confirmatorio: Si el resultado es positivo, se realiza una segunda prueba para determinar el nivel exacto de alcohol en sangre.
Negarse
a realizar un test de alcoholemia en Bahía Blanca es una falta grave y conlleva
la inhabilitación para conducir por 18 meses. Además, se considera un delito de desobediencia, que puede ser penado
con hasta un año de prisión y la retirada del permiso de conducir por uno a cuatro
años.
Otras consecuencias de negarse a la prueba
son: la remisión del vehículo y que el juez considere la negativa como un
antecedente calificado para establecer el estado de ebriedad del conductor.
Si el conductor agrede a los agentes, se
encierra en el vehículo, intenta evadir el control u obstaculiza de algún otro
modo el test, se le aplicarán los plazos máximos de inhabilitación.