Hace 20 años Bahía Blanca se vio conmocionada por un aberrante crimen. Pablo Víctor Cuchán asesinó a su novia, Luciana Moretti, una adolescente de 15 años, la descuartizó y quemó su cuerpo en la parrilla de su casa. Nueve días más tarde, un vecino encontró el cráneo de la víctima cerca de las vías del tren en Ingeniero White, lo que permitió identificar los restos gracias a su odontólogo.
En
2007, Cuchán fue condenado a 18 años de prisión, pena que luego fue reducida en un año por el Tribunal de Casación Penal
bonaerense. En su momento, el padre de la víctima, Julio Moretti, había
declarado "el comentario que me llegó, es que Cuchán pedía un aplauso para el asador, o sea que
estaba haciendo un asado para disimular". Hoy el asesino se encuentra
cursando otra condena, una pena a tres años de cárcel por las lesiones y
amenazas que le provocó a una ex pareja.
Al respecto, en el marco de este triste
aniversario, BHInfo conversó con la
Doctora Viviana Lozano, la abogada de la familia de Luciana, quien
aseguró que se trató de un caso “que nos marcó a todos en la ciudad y, a su
vez, nos marcó personal y profesionalmente a los que intervenimos”. “Recuerdo
muy bien el impacto que generó el hecho de tener un cráneo y fragmentos de
huesos con muy poco tejido blando… ¡Y había que esclarecerlo! El
imputado primero no declaró y después en el juicio mintió, diciendo que se murió
sola. La clave era poder determinar la causa de muerte, dejar en claro
que no se había muerto sola dado que lo que se le hiciera a un cadáver no es
delito”, detalló.
“Recordemos que él la descuartizó mediante
la utilización de tres cuchillas, la colocó en el fogón de la parrilla de
su casa, con total y absoluto desprecio por la vida de una joven de 15 años, y
luego distribuyó los restos en distintos lugares. Nunca fue hallado el
cuerpo en su totalidad. Reitero, teníamos un cráneo y fragmentos de huesos chamuscados. Con eso tuvimos que
trabajar. Es conocido que este individuo sabía mentir, había participado en
la búsqueda de Luciana cuando todavía no se había encontrado el cráneo. Salía a buscarla con otros vecinos. Un psicópata que no tiene cargo de consciencia, así que
seguramente disfrutaba de participar en esas búsquedas”, continuó la Doctora Lozano.
Sobre la condena, la abogada reconoció que
les quedó “sabor a poco”: “Convengamos que en la primera instancia le dieron
18 años, pero Casación la bajó a 17. Nosotros habíamos solicitado 25 y esos
17 años no los cumplió porque cuando llevaba dos tercios de condena, como la
sentencia no estaba firme, le otorgaron una libertad. Lo que pasó es que
Casación tardó tres años en resolver y después la Corte de Provincia otros
tres. Volvió a Casación, otros tres años más, y ahí él ya había obtenido su
libertad. Revocar esa libertad llevó mucho tiempo, pese a que denunciábamos
el incumplimiento de las reglas de conducta, el Tribunal entendía que no era así,
hasta que en 2019, durante el fin de semana de Pascuas, recuerdo que me empezaron
a llamar de todos lados y me informaron de un incidente que tuvo con su auto,
donde chocó y se negó a hacer el test de alcoholemia. Eso nos sirvió para
pedir la revocación del beneficio, porque una de las reglas de conducta era que
no podía consumir alcohol ni estupefacientes”, recordó.
“Continuó apelando, casi un Récord Guinness en ese sentido, hasta
que la sentencia quedó firme y después finalizó con el cumplimiento de la misma
en 2021. Lo que más recuerdo es a la familia de Luciana. A su papá, a su mamá,
su hermana, su abuela. La gente que la quería y luchaba para obtener
justicia. Y una justicia lenta no es justicia...”, aseguró Viviana Lozano.
Por último, la profesional hizo una reflexión sobre el sistema de reinserción social: “Fue un fracaso. Si vos esperás a que una sentencia esté firme para recién ahí brindar un tratamiento psicológico o psiquiátrico vas a fracasar. En el caso de él, entre la sentencia firme y que él recuperó la libertad, fueron sólo meses, un año. Nada de tiempo. Además siendo psicópata, el psicópata no se recupera. Se tienen que rever muchas cosas, porque no es culpa del Servicio Penitenciario sino de nuestros legisladores que van a tener que trabajar para que esto no vuelva a ocurrir. Una persona que no está en condiciones no puede volver a salir a la calle como salió este sujeto y volver a poner en riesgo a mujeres. Que fue lo que hizo y en definitiva lo que motivó a su nueva condena”, completó.