La semana pasada el Municipio comunicó que empezaba a funcionar en nuestra ciudad una nueva aplicación de estacionamiento. Hasta ahí, una notica más.
Sin embargo, es bueno hacer un poco de memoria y ver cómo llegamos hasta acá. Analizar el funcionamiento del sistema anterior, los costos, las quejas, las mejoras y otras cuestiones más.
Repasemos. Ni bien asume la gestión anterior, se descubre una estafa millonaria provocada con tarjetas que se usaban para estacionar y pagar pasajes de colectivo. Al día de hoy, la justicia no pudo establecer de cuánto dinero fue esa estafa.
En ese momento se tomó la decisión de pasar las tarjetas que se usaban para pasajes de colectivos al sistema SUBE. Con respecto al estacionamiento, se hizo una licitación pública nacional para ir hacia un servicio de aplicación para teléfonos móviles.
Consultadas algunas fuentes que en aquel momento formaban parte del Directorio de Bahía Transporte SAPEM, señalaron que en la licitación se presentaron 3 empresas, siendo Exo la ganadora del pliego, que fue aprobado por unanimidad dentro del directorio, conformado por todos los espacios políticos del Concejo Deliberante. Luego de eso, Exo tuvo el manejo del parquímetro durante los últimos seis años.
Para aquellos que llegaron leyendo hasta acá, parece inevitable no hacerse esta pregunta. ¿Por qué se cambia entonces el sistema? Eso mismo se preguntó el concejal de JxC, Gonzalo Vélez, incluso presentando un pedido de informes en el Concejo Deliberante, que no tuvo mucha repercusión.
Días atrás, Vélez recordó en su cuenta de X, que había un pedido de informes al Municipio sobre el nuevo sistema de estacionamiento y nadie había respondido.
En el pedido de informes, el edil hace hincapié, entre otra cosas, al criterio utilizado para adjudicar el servicio de manera directa. Por otro lado, se pregunta si el nuevo servicio infiere un costo menor que el anterior para las arcas del Municipio y si se previó el traslado de crédito de un sistema hacia el otro.
Tomamos los dichos del concejal y nos preguntamos.
¿Por qué no se licitó el nuevo servicio para generar mayor transparencia en el proceso de selección?
¿Cuánto es el canon que paga efectivamente el Municipio por este servicio?
Y, por último, ¿Por qué al registrarse por primera vez en el sistema, se obtiene un “crédito de cortesía” de $1.125? ¿De qué partida presupuestaria se desprende ese gasto? Si no es dinero y equivale a horas de estacionamiento ¿No son ingresos que se dejan de percibir? ¿Por qué deberían pagarlo todos los bahienses, aunque no usen el sistema de estacionamiento?
Para finalizar, analicemos un aspecto indudablemente positivo para esta nueva etapa, Los bahienses ya están familiarizados con la tecnología y la utilización de celulares para usar el servicio de estacionamiento medido y pago, seguramente no habrá inconvenientes en su adaptación.