Boca perdió por penales frente a Cruzeiro en el Mineirao y quedó eliminado de la Copa
Sudamericana. En un partidazo que tuvo de todo, el “Xeneize”
cayó por 2-1 en los 90 minutos (había ganado de local 1-0) y cedió en la
definición por 5-4.
El hincha de Boca no
podría haber imaginado un peor arranque de partido: a los ¡9 segundos! Luis Advíncula
le metió un planchazo a Lucas Romero
y Wilmar Roldán le mostró la tarjeta roja, en una expulsión sin precedentes
(por lo rápido).
Diego Martínez tuvo
que sacar a Agustín Martegani para reacomodar la defensa con Nicolás Figal.
Desafortunadamente, el ex defensor de Independiente perdió la pelota a los 9
minutos y la jugada terminó en gol de Matheus Henrique, quien capturó
un rebote de “Chiquito” Romero.
Con la serie
empatada, el “Xeneize” estuvo lejos de reaccionar y recibió otro cachetazo a los 21: Walace encontró
un rebote en el área y la mandó a guardar.
Casi en un abrir y cerrar de ojos, Boca pasó de tener que aguantar el
resultado de la ida a estar obligado a remontar un 1-2 en el global en
Brasil y con un hombre menos.
Y cuando parecía que
no habría reacción xeneize antes del
descanso, llegó el descuento. Tras un centro de Pol Fernández al segundo
palo, Cristian Lema bajó la pelota al medio y le quedó a Milton
Giménez, quien la controló como pudo, le pegó de zurda y la
pelota entró escurriéndose entre las manos de Cássio.
En el complemento el
equipo argentino se sintió mucho más cómodo en la cancha y por momentos hasta
tuvo más la pelota que su rival. En cuanto a situaciones, estuvo parejo
porque cualquiera de los dos lo podría haber ganado. Finalmente el
resultado no se modificó y fueron a los penales, donde todos los jugadores convirtieron
sus remates salvo el último en patear, Miguel Merentiel, que lo tiró por arriba
del travesaño y de esa manera decretó la eliminación de Boca en los octavos
de final.