Por Nicolás Fernández (@nicofernandezrelator)
Facundo Tello es el mejor árbitro que ha salido de Bahía
Blanca. Sus logros así lo
demuestran y su currículum sigue acrecentándose. En los últimos tiempos, el
bahiense dirigió en las más prestigiosas competencias internacionales, alcanzando
el máximo nivel cuando fue convocado para representar al arbitraje argentino en
el Mundial de Qatar 2022. Pero su constante crecimiento no quedó ahí: este
año fue el árbitro de la Conmebol en un torneo magnífico como la Eurocopa, certamen
que se realizó hace un mes en Alemania y que tuvo como ganador a España. De eso conversamos con “Facu” y en las
siguientes líneas repasaremos lo más destacado de la charla…
“Esta carrera es un sueño constante, porque me ha llevado
a lugares muy por encima de lo que yo soñaba”, aseguró Tello. “A veces me cuesta explicar lo que siento porque, si
bien con el paso del tiempo se van normalizando algunas cosas y tratás de
enfocarte de la misma manera para todos los torneos, el ejercicio de mirar
hacia atrás y compararlo con lo que uno esperaba al principio hace que no deje
de sorprenderme”, agregó el árbitro bahiense.
Cabe recordar que
desde la Euro y la Copa América
correspondientes a 2020 (que se jugaron en 2021 por la pandemia) existe un
convenio entre la UEFA y la Conmebol para “intercambiar” un equipo arbitral.
Fernando Rapallini, también argentino, fue seleccionado para aquella primera
Eurocopa y este año la posta la
tomó Facundo: “Lo de dirigir una Euro
siendo argentino era casi imposible. No es más importante que el Mundial
porque eso es lo máximo, pero haber sido el único equipo arbitral no europeo (y
que la elección haya sido más minuciosa) es un orgullo enorme. La
experiencia fue tremenda porque la UEFA organiza a la par de la FIFA. Es
espectacular vivir desde adentro un torneo que tiene una organización suprema”,
afirmó.
Su gran actuación en
Qatar fue clave para la elección: “Seguramente influyó para mi convocatoria
a la Euro que me haya ido bien en el
Mundial. De esa manera la UEFA me conoció porque seguramente antes del
Mundial era un desconocido. Fue una responsabilidad muy grande el hecho de
rendir en base a las expectativas que ellos depositaron en nosotros (por él y
su equipo)”, indicó. Y sobre Alemania, el país organizador, dijo: “Es un país
maravilloso que no conocía. Nos dieron algunas libertades fuera de los
horarios de entrenamiento que nos permitieron conocer ciudades espectaculares”.
Facundo contó que con el resto de la terna (estuvo acompañado por los jueces de línea Gabriel
Chade y Ezequiel Brailovsky) hicieron base en Frankfurt, donde realizaban
los entrenamientos, y que en los ratos libres podían recorrer la ciudad. Lo
mismo ocurría cuando viajaban a los partidos. Tello dirigió Turquía-Georgia,
que se disputó en Dortmund, y Hungría-Escocia, jugado en Stuttgart, y fue
cuarto árbitro en el cruce de octavos de final entre Italia y Suiza,
encuentro que se desarrolló en el Estadio
Olímpico de Berlín, también escenario de la final
“Soy un árbitro que
desde adentro de la cancha disfruta lo que ve y no solo los golazos; disfruto los cambios de
frente, un control orientado, es decir, cosas que yo no podría hacer jugando.
Más allá de la responsabilidad que uno tiene al momento de conducir un partido,
también me permito ese momento de disfrutar del fútbol”, aseguró Tello, al
tiempo que comparó el uso del VAR en el Viejo
Continente con el de nuestro torneo: “La diferencia de allá es la
velocidad con la que se resuelve. Igual a mi particularmente eso no me
vuelve loco. Yo quiero hacer justicia y si tengo que tardar un poco más para
tomar una decisión no me hago mucho problema, no me incomoda. Lo que sí en
Europa se usa un software semiautomático
para el fuera de juego que hace que sea más rápido que la tirada de líneas que tenemos acá. También hubo una bajada de línea donde sólo el capitán
podía hablarte, así que en ese sentido fue todo muy ordenado”, detalló.
Por último, Facundo, que este sábado dirigirá Independiente Rivadavia de Mendoza-Boca, se refirió a su próximo partido copero, ya que el jueves próximo estará en Montevideo, Uruguay, para pitar en Nacional-San Pablo, por los octavos de final de la Copa Libertadores: “Hay que seguir estando a la altura de la vara alta que dejamos, renovar la motivación para las cosas lindas que se vienen y disfrutando el tiempo que queda porque no somos tan jóvenes”, concluyó el árbitro de 42 años. Otro -porque por suerte son varios- orgullo para el deporte bahiense.