El “escuchen, corran la bola” que estuvo en el ojo de la
tormenta a lo largo de toda esta semana tiene su origen hace más de cuatro
décadas.
Esa inconfundible melodía arraigada en los estadios
argentinos, y que ha acompañado a los ingresos de todos los equipos de fútbol,
sufrió una primera modificación notoria hace algunos años, que luego derivó en
esta “remasterización” difundida en el
micro de la Selección y que tanto revuelo causó.
En versión tablón, comenzó con el clásico “Boca, mi buen
amigo, está campaña…” allá por los 80, y entrados los 2000 la hinchada de Nueva
Chicago la adaptó para ir a fondo contra su clásico rival, Almirante Brown, modificando
toda su letra donde arranca con “escuchen, corran la bola”.
El último cambio notorio llegó en el Mundial 2022, donde un
grupo de amigos quedó inmortalizado en la pantalla de TyC alterando la
reversión de Nueva Chicago, para apuntar contra el cuadro francés.
Todo esto tuvo su génesis en un rincón impensado, ni
siquiera para el fútbol, sino para el deporte en general. La pegadiza melodía
salió de un cassette del Operativo Sol de 1981.
Bajo el título “Boby, no me extrañes”, Poggy Almendra
contaba con dulzura el motivo por el cual su perrito no podría ir de vacaciones
con él y el resto de su familia.
La letra, en un extremo muy lejano al que luego fue llevada,
iniciaba diciendo con ternura “Boby, mi buen amigo, este verano no podrás venir
conmigo, hoy escuché, cuando papá, decía que esta vez no te podrá llevar”.
A continuación las cuatro versiones comentadas en este artículo de BHInfo. Las canciones contienen palabras y términos que pueden afectar la sensibilidad de algunas personas. Se recomienda discreción.