Que riesgoso es hacer una película siete años después de la última entrega y con un par de spin offs en ese período de tiempo, podríamos decir que había pocas chances que esto salga bien, y no salió bien. Nos encontramos un "Mi Villano Favorito 4" donde Gru ya es padre natural, más allá de sus bendiciones adoptadas pero sin lograr tener mucho feeling con su descendiente.
A partir de ahí son todos lugares comunes: el malo que estaba encerrado pero apareció, los minions haciendo tonterías (imaginen que tal vez es lo más rescatable de la película), una sucesión de villanos que no tienen mucho sentido y un final musical disfrutable y retro.
En esta cuarta edición de MVF se suma Gru Jr acompañando a Margo, Edith y la adorable Agnes para formar junto a mamá Lucy y papá Gru una nueva familia disfuncional en el mundo de la animación. Ah, y como si esto fuera poco aparecen los Mega Minions, que se transforman en tal después de que los alcance una extraña radiación. Así es como Tim se hace de goma, Dave obtiene fuerza suprema, Jerry se come todo cual trituradora, Gus vuela y Mel transforma su único ojo en un rayo láser fulminante.
"Mi Villano Favorito" navega en un mar de momentos sin estilo ni impacto, le da poco protagonismo a los únicos paladines amarillos de la risa y la historia base no revela nada nuevo bajo el sol. Vayan, véanla, pero por favor, sin muchas pretensiones. Yo les avisé.