Aunque la avena es uno de los cereales cuyo consumo está mundialmente más extendido y las publicaciones científicas y divulgativas vierten sobre ella todo tipo de elogios, no hemos de bajar la guardia y conviene adoptar algunas cautelas, ya que algunas opiniones del mundo de la nutrición biológica advierten sobre ciertas consideraciones a tener en cuenta en la avena.
¿Por qué provoca
hinchazón de estómago?
Aunque no es habitual en adultos sanos, la avena puede dar
lugar a cierta hinchazón gástrica, si bien este efecto puede ser causado
simplemente por un cambio brusco en la dieta, pasando de ingerir poca fibra a
comer abundante avena sin una etapa de transición. En ese caso, esa hinchazón
es normal que vaya acompañada de algo de dolor en forma de retortijones y de
flatulencias.
Cuando acontece este problema, lo que debe hacerse es
rebajar la cantidad de avena consumida e iniciar gradualmente un incremento hasta
alcanzar la dosis deseada según el objetivo que se tenga.
De esta manera, la flora bacteriana intestinal irá
asimilando paulatinamente la nueva composición de nutrientes que entran en la
alimentación y se llegará a una situación de equilibrio.
Pero entre las causas de la hinchazón de estómago no
solamente está la inadaptación al exceso de fibra. A veces sucede por
intolerancia a las prolaminas, las proteínas de la avena, o simplemente se
trata de un efecto más de un trastorno crónico de dispepsia (malas
digestiones).
¿Quién no debe consumir Avena?
Diabéticos
Este tipo de pacientes, los diabéticos, deben adoptar
precauciones a la hora de comer avena por su elevada concentración de hidratos
de carbono, aunque estos sean de bajo índice glucémico. En cualquier caso, se
ven en la obligación de hacer un planteamiento muy afinado de ingesta de
carbohidratos a lo largo del día, buscando qué posibilidades tienen de
infiltrar la avena en la dieta para no tener complicaciones.
Anémicos
La anemia ferropénica, que es la causada por déficit de
hierro, es un serio obstáculo para el consumo de avena en la presentación de
salvado de avena, ya que este alimento ejerce un impedimento a la completa
absorción del hierro del tracto intestinal al torrente sanguíneo.
Celíacos
Se considera que las personas celiacas o intolerantes al
gluten tienen vetada la avena en cualquiera de sus presentaciones. La avena en
sí misma, genéticamente, carece de esta fracción proteica tan crítica, pero ha
de tenerse en cuenta que en la cadena de manipulación es enormemente complicado
que no entre en contacto con restos de otros cereales, por lo que es muy
difícil asegurar la inexistencia de trazas de gluten; no debe olvidarse que hay
personas intolerantes que reaccionan adversamente con la ingesta de un
miligramo de esta sustancia.
Enfermos intestinales
En este capítulo se hace referencia a las personas aquejadas
de enterocolitis, enfermedad de Crohn o diverticulitis, entre otras patologías,
quienes deben evitar consumir, en concreto, salvado de avena, un alimento
susceptible de agravar bastante el cuadro clínico de las mismas.
Por otro lado, ya al margen de lo que son procesos crónicos, estar afectado de un episodio de diarrea o gastroenteritis exige retirar la avena de la dieta hasta haber superado el mismo.