La situación no era fácil para Independiente del Valle, pero tampoco imposible. El equipo ecuatoriano había igualado 1-1 de local y debía, de mínima, empatar en Brasil ante el Mineiro para forzar los penales.

Sin embargo todo comenzó a desplomarse a partir del minuto 36, cuando una mala salida con los puños del ex Olimpo, Guido Villar, dejó la pelota jugable y de allí el primer gol del Atlético, a través de Guilherme Arana.

Finalmente el marcador fue de 3-1, y con un global de 4-2, el visitante se despidió del segundo torneo sudamericano de clubes más relevante y por consiguiente se quedó sin la ansiada final.