
En los últimos días, el debate por la reforma laboral empezó a tomar mayor relevancia. Quien habló públicamente al respecto fue el secretario de Trabajo, Julio Cordero. Lo hizo en dos oportunidades: ante empresarios en el Coloquio de IDEA y durante una presentación en el Congreso. Desde ese momento se empezaron a develar algunas pistas del debate que se viene. A grandes rasgos, los puntos principales que se incluirían en la reforma laboral son:
Paritarias por empresa. Se priorizará el convenio por
empresa por sobre el de la actividad. El Gobierno cree que este tipo de
acuerdos permiten ajustar las condiciones laborales a las particularidades de
cada compañía.
Eliminación de la “ultraactividad”. Este concepto -impulsado
por el sector empresarial- implica que las condiciones de un convenio colectivo
de trabajo se mantendrán después de su vencimiento hasta tanto se negocien
nuevos requisitos.
Salario dinámico por mérito. La iniciativa propone que
además del sueldo básico se entreguen aumentos variables según al desempeño, la
productividad y la eficacia.
Libertad contractual para pagar sueldos en la moneda que se
pacte.
Bancos de horas. Se trata de un esquema por el que los trabajadores que tengan horas extra las compensen con momentos de descanso.
A diferencia de la reforma laboral, la impositiva reviste
mayores complejidades en su implementación. Si bien hay coincidencias sobre
cuáles son las modificaciones que se quieren aplicar, la iniciativa presenta
dificultades porque involucra cuestiones vinculadas a la coparticipación y
exige consensos con las provincias.
Más allá de eso, hay varios aspectos ya avanzados. Hace unos
días, durante una exposición en la Bolsa de Comercio de Córdoba, el ministro de
Economía, Luis Caputo, dijo que la reforma tributaria tendrá por objetivo
“simplificar y reducir impuestos”, y mencionó una baja en Ganancias para
personas físicas.
En el Consejo de Mayo, en tanto, se dialogó sobre darle
preponderancia a la eliminación del impuesto al cheque y la reducción de
Ingresos Brutos y tasas municipales. Sobre Ingresos Brutos, una de las opciones
en consideración es proponer un pacto fiscal con los gobernadores para que se
comprometan a achicar las alícuotas.
Además, meses atrás Caputo deslizó la posibilidad de
incorporar un “Súper IVA”, a través del cual la Nación cobraría un 9% y las
provincias sumarían el porcentaje adicional que consideren en un formato de
competencia fiscal. De todas formas, varios especialistas advirtieron que este
régimen es muy complejo de aplicar.