
Paula Zapperi, docente del Departamento de
Geografía y Turismo de la UNS e investigadora adjunta del Conicet, visitó los estudios de Minga para hablar en el programa “Basados”
sobre uno de los temas que más preocupa a los bahienses: las condiciones del tiempo, con las lluvias y los temporales que vienen teniendo a maltraer a la ciudad.
“Hay mucha preocupación en la población de Bahía y también hay una mutación sobre la preocupación, porque ahora la atención está puesta en la lluvia, el exceso de agua, y si miramos unos 10 años atrás el problema era la falta de agua, la sequía. Ahora también preocupa la temperatura; estamos transitando la primavera con valores altos y vientos de frío bastante extremos. Y esto no es de ahora, viene pasando en los últimos años. Sin dudas, está presente en la gente la preocupación por las condiciones climáticas en la ciudad”, manifestó la profesional.
¿Y por qué
Bahía sufrió tanto y en tan poco tiempo? “Hay
un montón de factores, diferentes escalas de tiempo y espacio. Por la
ubicación que tiene Bahía, al lado del arroyo. Eso implica que el arroyo tiene una cuestión longitudinal, desde sus
nacientes hasta su desembocadura, pero también hay una cuestión transversal, y
ahí entra Bahía. La ciudad está en una zona que, por más que no siempre
pase el agua por ese sector, el arroyo
la necesita en algún momento, porque son áreas que drenan para alimentarlo por
escurrimiento superficial. Volvemos al ciclo hidrológico que vemos en
la escuela. Entonces, ofrecerle a ese
espacio áreas libres, áreas verdes, donde se pueda fomentar a un proceso de
infiltración y que el agua vaya quedando retenida, es importante”, destacó
Zapperi.
Y agregó: “También son fundamentales las obras, ahí ya entramos en la cuestión longitudinal del arroyo. Hoy en las reuniones se habla mucho de hacer especies de diques en la cuenca alta y media, para ir regulando el agua. Se está trabajando en eso, conjuntamente con un consejo asesor de todas las universidades de Bahía. Hay mucho ida y vuelta y se busca una visión crítica por parte del consejo”, aseguró.
En tanto, sobre la expansión de la ciudad y la
constante urbanización, quizás en áreas complejas, que pueden llegar a
inundarse ante una fuerte lluvia, dijo: “Bahía
tiene un clima semiárido, de transición y con una variabilidad climática marcada,
es decir que va a tener épocas tanto húmedas como secas. Los loteos de las casas
pueden hacerse en momentos en donde la lluvia no es problema, no está en el
radar. Y hay un crecimiento urbano muy
extendido, por lo que hacer controles de ese estilo es difícil. Por eso la
ciudadanía tiene que tomar la posta y
exigir urbanización de calidad. También es
difícil acceder a un terreno y uno trata de encontrar donde puede.
Cuestiones de ‘hidráulica fina’ pueden ayudar a solucionar estos temas. Quizás no se necesita una obra faraónica,
pero sí entender cómo se organiza el drenaje, primero en una escala de cuenca y
después más regional y local, y cómo queda insertado el nuevo barrio en eso”,
subrayó la investigadora del Conciet.
“De esa manera se le puede encontrar la vuelta con canales a cielo abierto, fomentar las superficies de infiltración, lagunas de retención. Hay una diversidad de soluciones y estrategias por lo que hay que sentarse a pensar qué se adapta mejor al perfil de un barrio y al bolsillo de la gente”, completó Paula Zapperi. Para ver la entrevista completa hacé clic en este enlace.