El silencio habitual del lujoso Barrio Parque se vio
alterado en las últimas horas por
un episodio que rápidamente se volvió noticia nacional: la casa de Pampita
Ardohain fue asaltada mientras la modelo se encontraba fuera del país. El
hecho no solo generó temor y tristeza puertas adentro, sino que llevó a Pampita
a regresar al país y enfrentar a la prensa. Entre el shock y la angustia la
modelo se refirió a la pérdida de objetos personales que le sustrajeron, ya que
tienen un enorme valor sentimental para ella, imposible de recuperar.
“Lo único que me
da mucha tristeza es no tener esos videos y fotos que tienen un valor
incalculable para mí, es lo único, todo lo demás... Y agradecerle a Dios
que fue lo único que pensé en estas horas, que no estábamos nosotros ni nadie
de la gente que trabaja conmigo; podría haber sido un muy mal momento para
todos”, admitió Pampita visiblemente movilizada. La conductora remarcó
que lo peor fue la pérdida de archivos y recuerdos de sus hijos, en especial de
Blanca, su hija fallecida en septiembre de 2012, que guardaba en los
celulares que tenía adentro de su caja fuerte y que fueron sustraídos.
“No puedo dar más datos del robo, sólo decir que hay
secreto de sumario, no puedo decir nada sobre el tema, solo agradecer a Dios y
pedir por esos teléfonos porque no puedo encontrar ese material en ningún otro
lado”, insistió a la prensa,
evitando ofrecer detalles que puedan entorpecer la investigación.
Las preguntas sobre la seguridad en su domicilio no tardaron en aparecer. Pampita fue categórica y dejó entrever su malestar: “Yo cuántas veces les dije que no enfoquen la puerta de mi casa, lo dije reiteradas veces, cuando me mudé, cuando tuve problemas personales, hay que cuidar la intimidad de la vivienda”. Apurada, mientras intentaba llegar a horario para buscar a sus hijos al colegio y realizar trámites de pasaportes, señaló: “Es peligroso, no sé si me voy a mudar, pasaron pocas horas, hoy no lo sé”.
La noticia del robo se conoció primero por medio del programa Rotativo del Aire de Radio Rivadavia, a cargo del periodista Rodrigo Porto, quien brindó detalles iniciales. El domicilio, ubicado en la intersección de Juez Tedín y Miguel Cané, fue víctima de un asalto que, según investigadores, denota planificación: los ladrones habrían actuado con precisión, sabiendo que Pampita se encontraba en el exterior por motivos laborales y que la vivienda estaba vacía.
Las primeras
informaciones indicaron que los delincuentes lograron llevarse dinero en
efectivo de una caja fuerte y objetos de valor. Por motivos de
investigación, tanto la suma como los bienes sustraídos se mantienen bajo
reserva oficial. La magnitud del robo encendió las alarmas entre los
vecinos y llevó a reforzar las medidas de seguridad en toda la zona.
La historia de esta propiedad comenzó luego de varios
años en los que Pampita vivió con Roberto García Moritán en una casa sobre la
avenida Libertador. Tras la
separación, la modelo eligió instalarse en Barrio Parque, buscando
discreción y comodidad en una vivienda de arquitectura clásica y refinada.
La zona, reconocida por ser hogar de otras figuras como Susana Giménez y
Marcela Tinayre, volvió así a ser noticia, no por la tranquilidad habitual,
sino por la intrusión sufrida en una de sus residencias más reconocidas.
Por el momento, la investigación continúa y las alertas en Barrio Parque están más activas que nunca. Para Pampita, el golpe ha sido tan íntimo como público: la pérdida de recuerdos irrecuperables y la conciencia de que, aun en los barrios más exclusivos y con todos los cuidados, la seguridad nunca está garantizada y la privacidad es un tesoro cada vez más difícil de preservar.